Ciudadanos no ha visto cumplido su deseo de dar el anhelado sorpaso al PP este 26M. Ni en Madrid, en donde en las generales sí logró imponerse, ni en ninguna otra comunidad autónoma o ayuntamiento. Ni siquiera en el Parlamento Europeo en donde aunque el partido de Rivera ha pasado de dos a siete escaños sus expectativas eran lograr entre nueve y once eurodiputados.
Pese a todo, los dirigentes de Ciudadanos estaban muy contentos y se han atribuido el éxito de que el PP -que ha vuelto a perder apoyos y a bajar especialmente en la comunidad- pueda liderar el gobierno autonómico y el municipal de Madrid gracias al “crecimiento” que ha seguido experimentando el partido y que dará la presidencia a los dos candidatos de Pablo Casado, con el apoyo de Vox, como ya ocurrió en Andalucía. “Hemos logrado echar a Carmena y derrotar al populismo”, se jactaban anoche en la sede de Ciudadanos.
El propio Albert Rivera resaltaba ese “crecimiento” de su partido en una comparecencia que realizaba al filo de la una de la madrugada junto a Luis Garicano, Begoña Villacís, Ignacio Aguado y varios de los candidatos de estas triples elecciones.
En un ambiente de euforia, entre globos naranjas que los simpatizantes terminaron haciendo explotar ruidosamente, el líder del partido proclamó: “Vamos a gobernar en la Comunidad y en el Ayuntamiento”.“Cada vez que se abren las urnas solo se ve una cosa clara: hay una ola naranja que no para de crecer que se llama Ciudadanos”. “Hoy tenemos un 80% más de concejales y duplicamos el número de diputados autonómicos”, exclamó, recordando que “hace cuatro años Ciudadanos no existía”.
Los resultados de Begoña Villacís han sido pobres en el Ayuntamiento de Madrid, con tan solo cuatros actas más para su partido -de 7 han pasado a 11- , pero suficientes para apuntalar un Gobierno liderado por el popular José Luis Martínez-Almeida, que necesitará inevitablemente el apoyo de los 4 concejales de Vox, que irrumpe discretamente en en el tablero político madrileño. En la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, ha cosechado mejores posiciones, con nueve diputados más de los 17 que consiguieron en 2015.
Sin embargo, tanto para Villacís como para Aguado el hecho de que puedan entrar en ambos gobiernos les ha llenado de satisfacción. Pero, más que eso, el haber desalojado a Manuela Carmena del Consistorio, que era el principal objetivo de las derechas. “Le hemos arrebatado Madrid al populismo. Os lo dijimos, que Ciudadanos iba a ser el dique de contención de los populistas”, clamaron ambos candidatos.
“Por primera vez en la historia Ciudadanos va a estar en un gobierno en Madrid. Vamos a demostrar que sabemos gestionar mejor. Mañana mismo voy a ponerme en contacto con Isabel Díaz Ayuso (candidata del PP) para hablar de programas y de gobierno”, adelantó Aguado.
El partido de Rivera no ha conseguido tampoco convertirse en la fuerza hegemónica del bloque de derechas en ningún Ayuntamiento de capitales de provincia, aunque son la llave para que los de Casado lideren gobiernos en algunas importantes ciudades como Zaragoza, Las Palmas, Ávila, Almería, León o Murcia. Pero también en algunas comunidades en las que el PSOE no ha logrado apuntalar su mayoría. Las posibilidades de que ayuden a los socialistas a gobernar, sin embargo, son escasas a tenor de las declaraciones de Rivera y los comentarios del resto de dirigentes que aparecieron por la sede al final del recuento electoral.
En estas europeas, Ciudadanos ha conseguido cinco escaños más que los dos que obtuvo en los anteriores comicios de hace cinco años, pero sin cumplir las expectativas que se habían propuesto, un listón de entre nueve y once eurodiputados. Pero Garicano también se ha mostrado encantado con el aumento conseguido, dando por hecho que su partido podrá influir para hacer “reformas” en la Eurocámara.
En cuanto a Catalunya y el pinchazo de Manuel Valls, ni una palabra. La plataforma del exministro francés ha quedado en cuarta posición, siendo superado por Maragall (ERC), Colau (BComú) y Collboni (PSC). Ciudadanos no ha logrado ni una sola alcaldía en el que ha sido el feudo de Inés Arrimadas.
La noche, que comenzó triste y desangelada en la sede al conocer los primeros sondeos, finalizó entre gritos a Rivera de “presidente, presidente”, aplausos, abrazos entre los dirigentes del partido y celebración por todo lo alto. “No me puedo creer que vayamos a gobernar en Madrid”, reconocía una de las personas de confianza del equipo de la candidata madrileña.