Albert Rivera da por roto el pacto con Rajoy hasta que no mueva ficha frente a la corrupción
Las revelaciones de diversos exdirigentes del PP valenciano y de los cabecillas de la trama Gürtel corroborando que la formación conservadora ha estado financiándose ilegalmente con dinero negro durante años, y el silencio de Rajoy antes estas graves revelaciones, está forzando un giro en la estrategia de Ciudadanos. “El caso PP está lastrando la legislatura, mientras Rajoy rompe el pacto de investidura blindando a una imputada por corrupción en el Senado”, ha dejado escrito el miércoles por la mañana Albert Rivera en un tuit.
Horas antes, durante un desayuno informativo, Rivera había pedido directamente al presidente del Gobierno el cese de Pilar Barreiro, la senadora murciana imputada por la trama 'Púnica', advirtiéndole de que si no cumplía su compromiso sobre corrupción su partido no le daría su apoyo para aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2018.
El líder naranja respondía así, visiblemente sorprendido, a las declaraciones de Rajoy de esa misma mañana, que en una entrevista en Onda Cero había dicho que a él “formalmente” nadie del partido naranja le ha puesto como condición el cese de la senadora para respaldar las cuentas públicas.
“Es el colmo de la desfachatez”, clamaban los dirigentes de Ciudadanos en los corrillos de los periodistas. El propio Rivera señaló que “Maillo (el coordinador general del PP) lo sabe muy bien” porque dirigentes del partido le habían hecho llegar el 'recado' en privado, al margen de las numerosas veces que ya lo han anunciado en comparecencias públicas.
En Ciudadanos advierten de que esta situación está desbordando el vaso de su paciencia. Aseguran que están “muy cansados” del silencio del líder conservador, de que siga negando que no sabía nada de la trama, y de que no se tome en serio los acuerdos que firmaron ambos partidos para asegurarle la investidura. La legislatura “está en manos de Rajoy”, ha sentenciado Rivera, que tras el éxito de su partido en Catalunya se ve con mayor fortaleza política para apretar las tuercas al presidente del Gobierno.
En el PP, sin embargo, solo ven “motivos electorales” detrás de las amenazas del dirigente naranja. “Detrás de la prórroga no hay que buscar motivos económicos y ni mucho menos presupuestarios”, ha exclamado el ministro de Hacienda este miércoles en el Congreso .“Lo que no pueden pedirnos es un cheque en blanco”, le ha contestado el portavoz de Ciudadanos en la comisión de Presupuestos, Francisco de la Torre.
La reunión para “actualizar” el pacto, anulada
Las relaciones entre los dos partidos en estos momentos están rotas. Hasta el punto de que tenían previsto reunirse el viernes pasado para “actualizar” el pacto de legislatura y, al final, la reunión se anuló. Según la versión de Montoro, fueron los de Rivera los que les dieron “plantón” en el último momento.
“No les dimos plantón. Le llamé y desconvocamos la reunión ante la falta de reacción en caso de la senadora”, explica a eldiario.es el número dos de Ciudadanos, José Manuel Villegas.
En Ciudadanos tienen claro que el que debe mover ficha ahora es Rajoy, cesar a Barreiro, como hicieron finalmente con el expresidente de Murcia, y dar la cara en el Congreso.
El presidente del Gobierno ya está en la lista de comparecientes en la Comisión de Investigación sobre financiación ilegal del PP. Pero en el partido naranja han mantenido hasta ahora que Rajoy debe acudir en último lugar. “Yo quiero que Rajoy venga cuando haya comparecido antes todo el mundo y tengamos todos los datos para poder hacer bien nuestro trabajo”, reconoció el portavoz de Ciudadanos, Toni Cantó, en una entrevista con el diario.es.
Eso supone que su declaración podría retrasarse “a después del verano” de este 2018. “Ahora vienen empresarios y luego empezaremos con el turno de los políticos. Si todo va como esperamos, nos quedarán unas quince sesiones”, dijo Cantó.
Ahora ese planteamiento podría ser reconsiderado habida cuenta la cantidad de información que está saliendo a la luz en el caso Gürtel y sobre otros que salpican al PP.
De momento, la portavoz del PSOE, Margarita Robles ya ha reclamado “una respuesta política de Rajoy” y ha explicado que van a ver “como evoluciona la situación” para pedir formalmente la comparecencia de Rajoy.
Los socialista se mueven ahora de nuevo en el terreno de la ambigüedad. Por un lado dicen estar dispuestos a negociar pactos de Estado con Rajoy mientras por otro quieren mantener una linea de oposición dura frente a la corrupción. Los de Rivera, en cambio, creen que ha vuelto el “bipartidismo” para “pastelear las reformas de nuevo entre ellos” y para frenar su ascenso.
Aunque la tensión es máxima, en Ciudadanos ven que la situación en Catalunya no les permite ahora demasiado margen de maniobra para romper definitivamente con Rajoy. La prioridad del partido es esperar a ver cómo termina todo allí y confiar en que el presidente mueve ficha.
Si no hay respuestas, algunas voces dentro del partido naranja ya están animando a Rivera a que no le tiemble el pulso y fuerce el fin de una legislatura que nadie duda que va a ser agónica para el presidente del Gobierno, cuya figura podría empezar a tambalearse pronto también dentro del PP.