Albert Rivera se ha lanzado a por Pedro Sánchez en uno de los puntos débiles de los socialistas: el modelo territorial. Ciudadanos ha anunciado que abandona la comisión que Pedro Sánchez consiguió sacarle a Mariano Rajoy a cambio de su apoyo al 155. El líder socialista vendió como un éxito una posición que hasta entonces el PSOE había rechazado gracias a la activación de ese mecanismo parlamentario que para él tenía que acabar en la reforma constitucional. Sin embargo, ahora ve alejarse esa posibilidad.
En el PSOE están convencidos de que Rivera ha intentado “meter el dedo” en el ojo de los socialistas para profundizar en la crisis interna. Ciudadanos ha anunciado que deja la comisión territorial que ya estaba mermada por el plantón de Unidos Podemos, PNV y las fuerzas independentistas. Solo una parte del Grupo Mixto se sentaba en ella.
La razón esgrimida por el líder de la formación es que el PSOE ha vetado la comparecencia de exdirigentes de la vieja guardia socialista que no han ocultado su desavenencias con la dirección en materia territorial, como José Bono, Juan Carlos Rodríguez Ibarra o Alfonso Guerra, que aseguró recientemente en una entrevista en eldiario.es que Ciudadanos sería premiado en España por su “coherencia” en Catalunya.
El modelo de Estado es siempre uno de los desencuentros de los socialistas que llegaron a una entente en Granada en la época de Alfredo Pérez Rubalcaba. En las primarias socialistas, una de las críticas contra Pedro Sánchez era su apuesta por la plurinacionalidad de España y la nación de naciones que ahora ha desaparecido del discurso de la dirección.
La dirección socialista no está por la labor de pasar por ese aquelarre con el desfile de la 'vieja guardia' en la comisión que impulsó y sostiene que es suficiente con la participación de los presidentes autonómicos y los expresidentes. Además, cree que Ciudadanos ha buscado una “excusa” para levantarse de la comisión, pero aseguran que no van a “parar” los trabajos. “Nunca quisieron estar”, señalan fuentes de la Ejecutiva. Ciudadanos enfrió las expectativas de Sánchez desde un inicio.
También el PP lo hizo al advertir a Sánchez de que la comisión no sería la antesala de la reforma constitucional. Aquella actitud enervó al líder socialista que vio, además, cómo la intervención de Catalunya dejaba a los independentistas, Unidos Podemos y PNV fuera del órgano parlamentario. El PSOE pretendía que los nacionalistas vascos presidieran la comisión en la que no llegaron a sentarse.
PP y Ciudadanos también machacaron a los socialistas en su intento de que los padres de la Constitución desfilaran en el Congreso antes del aniversario de la Carta Magna en plena precampaña de las elecciones catalanas. Sánchez quería presentarse como el impulsor de la que considera es la única solución viable al conflicto territorial. Sin embargo, las fuerzas conservadoras pospusieron que echara a andar hasta el 10 de enero.
Los 'padres' vivos de la Constitución fueron los primeros en comparecer para abordar el modelo territorial y las conclusiones no fueron alentadoras para los socialistas ya que advirtieron de que la Carta Magna no tenía por qué reformarse y criticaron el modelo federal por el que apuestan en Ferraz. En el PSOE le restaron importancia: “Hoy se ha expresado la derecha”, sostuvieron.
El resto de comparecencias han sido más discretas y con apenas repercusión mediática hasta el portazo de Rivera por la negativa de PP y PSOE a escuchar a Guerra o Rodríguez Ibarra. “Tampoco se trata de que vengan todos los históricos”, dice un alto mando de Ferraz, que acusa a Ciudadanos de “dinamitar un tema de país”. La número dos del PSOE, Adriana Lastra, ha acusado a Rivera de “confrontar territorios” y de poner en práctica “su mejor herencia, la de Aznar y Vox”. “El bipartidismo lo practican ellos dejando a los dos partidos solos”, señalan otras fuentes socialistas mientras Sánchez se aleja de liderar un nuevo pacto territorial.