Ciudadanos se queda en tierra de nadie después de que ERC haya anunciado un preacuerdo con el Gobierno de Pedro Sánchez para apoyar los Presupuestos Generales del Estado y de que EH-Bidu haya comprometido también su voto a favor a falta de una consulta a las bases. Después de que el portavoz del grupo republicano, Gabriel Rufián, haya comparecido en el Congreso para anunciar los avances en la negociación, ha salido en la misma sala de prensa el portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, que se ha congratulado de que algunas de las condiciones -denominadas “líneas naranjas”- que ha planteado su partido al Ejecutivo hayan logrado sortear la fase de veto, destacando que el PSOE y su grupo han firmado hoy “una enmienda transaccional para la implatación de la tarjeta sanitaria única y la receta única para toda España, una vieja reivindicación de Ciudadanos”. Eso hace, según ha explicado, que siga vigente la negociación. “Todavía no ha llegado la hora del dar el sí o el no. Queda muchísimo que negociar esta semana y la que viene”, ha señalado.
Bal ha intentado restar importancia al principio de acuerdo anunciado por ERC: “ERC no tiene un acuerdo cerrado aún con el Gobierno, solo ha puesto condiciones. Nosotros vamos a trabajar para desbaratar esos acuerdos -de ERC y EH Bildu con el Gobierno- y que no se consumen porque son malos para los españoles y no sería bien visto en Bruselas”, ha sentenciado. El portavoz de Ciudadanos ha insistido en que Sánchez tendrá que elegir entre la vía “moderada” que ellos representan o la de los aliados de la investidura. Pero, por si había dudas, luego ha insistido en lo dicho ya por Inés Arrimadas que ambas vías “son incompatibles”. “Es imposible una foto final en la que esté Ciudadanos con Bildu y ERC”, ha zanjado el portavoz de Ciudadanos, en donde van a agotar todo los plazos posibles para decidir su voto final.
El Gobierno situó a los aliados de la investidura de Sánchez como socios preferentes en la negociación parlamentaria a partir de la presión ejercida por los de Pablo Iglesias, que desdeñan a Ciudadanos. También un importante sector del PSOE prefiere mantener esas alianzas de cara al resto de la investidura. No obstante, la intención de Moncloa sigue siendo mantener en la ecuación al mayor número de grupos posible. Por ahora, el PNV ha anunciado su 'sí'. Lo ha hecho este martes y después de que EH Bildu defendiera el voto favorable en la consulta a sus bases. En pleno debate de las enmiendas parciales en la Comisión de Presupuestos, ERC ha anunciado un preacuerdo que le llevaría a apoyar las cuentas públicas.
Con esos mimbres, Ciudadanos sigue empeñado en que puede convencer a Sánchez de dar un giró al timón y llegar a un entendimiento con Arrimadas que deje fuera a las dos formaciones que ellos denostan. El portavoz adjunto del grupo, se ha agarrado a esa esperanza asegurando que es un síntoma que el Gobierno haya asumido algunas de sus condiciones y el hecho de que sigan “vivas cerca de 260 enmiendas” relativas, entre otras cosas, a las “ayudas a fondo perdido de hasta el 75% a Pymes con menos de 50 trabajadores”, así como la consideración de baja laboral directa a padres y madres que tengan que hacerse cargo de sus hijos en cuarentena por contacto estrecho con un contagiado de coronavirus -una medida exigida por otras fuerzas políticas también-. Además, ha citado otras que dan por hecho, como “la prórroga de los ERTE hasta julio; extender a ocho años los créditos del ICO por la Covid; la bajada del IVA al 4% al sector turístico; la elaboración de un plan de protección para el turismo y la hostelería o que los universitarios más vulnerables no paguen tasas académicas”. “Estamos interviniendo activamente en todos los debates”, se ha jactado. Dicho esto, Bal ha vuelto a insistir en la enmiendas pactada con los socialistas para la tarjeta única sanitaria. “¿Va a votar ERC que sí a unos presupuestos que contienen esta medida, que es algo a lo que siempre se han opuesto?”, le ha preguntado Bal a Rufián.
Los de Arrimadas han querido hacer hincapié en “no hay un acuerdo” del Gobierno con ERC. “Un acuerdo es cuando se firman las cosas”, ha expresado Bal, que ha cuestionado también que el Ejecutivo haya llegado a aceptar acabar con el control del gasto de la Generalitat que impuso Mariano Rajoy. De modo que hasta la semana que viene Ciudadadanos continuará en la mesa de negociación “pensando solo en medidas que beneficien a los españoles”.