El documento con el que Mariano Rajoy se ha presentado a las reuniones con Pedro Sánchez y Albert Rivera presume de tener como punto de partida las coincidencias entre el programa electoral del PP y el acuerdo suscrito entre PSOE y Ciudadanos antes de las elecciones del 26 de junio.
Ninguno de los temas calientes acordados entre ambos partidos figura ahora en el informe titulado “Documentos para la negociación”, que ha difundido Génova al término de la reunión con el líder de Ciudadanos. No aparecen la disposición a derogar, aunque sea de forma parcial, la reforma laboral ni el contrato único; tampoco la marcha atrás en la ley Wert, en la llamada “ley mordaza” o en la prisión permanente revisable.
“Hemos hecho un estudio y análisis exhaustivo de las coincidencias entre el acuerdo suscrito entre Sánchez y Rivera en febrero y nuestro programa electoral como punto de partida para meternos en harina después”, aseguraron miembros de la dirección del PP antes de la cita con el líder socialista.
El documento, por el momento, no va a ser objeto de análisis ya que la prioridad de Rajoy es negociar con Rivera los números para aprobar el techo de gasto, una senda de reducción del déficit y unos presupuestos generales del Estado que cumplan con las expectativas de Bruselas.
En materia de política laboral, dentro del capítulo “empleo estable y de calidad”, los conservadores proponen intensificar la lucha contra dualidad del mercado laboral y abordar la creación de un “fondo de capitalización de los trabajadores al estilo del sistema austríaco”. No aparece ninguna referencia al contrato único que defendió Ciudadanos y que se convirtió en un sucedáneo en forma de “contrato estable y progresivo” en el acuerdo firmado por Sánchez y Rivera.
Tampoco hay referencia a la marcha atrás en la reforma laboral que ya fue eliminada del pacto PSOE-Ciudadanos de febrero.
La apuesta por mejorar la educación, bautizada ahora como pacto nacional, se concreta solamente en alabar la educación inclusiva, incrementar las becas sin especificar si es la cantidad o número de perceptores, y prevenir el acoso escolar.
Las promesas, como en el resto del documento, consisten en generalidades como “mejorar” la formación profesional, “reforzar” las universidades españolas o “trabajar” para que las tasas y precios universitarios sean más “homogéneos”. La marcha atrás de la ley Wert, propuesta por todos los partidos menos el PP y la comunidad educativa no se contempla.
La “ley mordaza” o “de seguridad ciudadana”, o la polémica medida de la prisión permanente revisable tampoco hace acto de presencia en las 23 páginas del informe presentadas a Ciudadanos y PSOE.
Una sola línea para la violencia de género
Por poner otro ejemplo, el problema de la violencia de género se solventa con una sola línea, la afirmación de que hay que luchar contra ella en forma de un gran “acuerdo nacional”. El epígrafe ni siquiera se desarrolla. Lo mismo sucede en los apartados que hablan de fortalecer las instituciones y luchar contra la corrupción.
Para atajar la corrupción, la propuesta del PP insiste en el cese de los altos cargos cuando se produzca la apertura del jucio oral, “ampliar” la transparencia y “reforzar” los medios materiales. Se intenta promover un acuerdo para no indultar a los condenados por corrupción, así como un compromiso genérico de “reducir los aforamientos”. De esta forma, el PP no entra en materia para proponer qué aforamientos deberían eliminarse.
En cuanto a las medidas de política social destinadas a luchar contra los altos niveles de pobreza, el PP propone “mayor coordinación” de los sistemas de ayuda y “refuerzo de la atención” a los más desfavorecidos. Las medidas propuestas contra la pobreza energética, uno de los caballos de batalla de los partidos de la oposición durante la anterior legislatura, simplemente se enuncian como intención. El epígrafe tampoco se desarrolla.