La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha advertido hoy de que sería una “gravísima irresponsabilidad” usar los incidentes de Gràcia como “arma arrojadiza” en plena precampaña electoral, y ha insistido en que la solución a este conflicto en el barrio barcelonés se hará desde el “máximo consenso”.
En declaraciones a los medios tras participar en un ciclo sobre “Nueva política y nuevos liderazgos municipales”, Ada Colau ha constatado que en los últimos días, coincidiendo con el clima de precampaña electoral, se han “recrudecido” las “acusaciones partidistas de unos y de otros”, a raíz de los incidentes del barrio de Gràcia.
En este sentido, la alcaldesa de Barcelona ha advertido de que “jugar” y utilizar como “arma arrojadiza” los incidentes de Gràcia es una “gravísima irresponsabilidad” que, además, está “fuera de lugar”, por lo que ha hecho un llamamiento a la “responsabilidad” a los partidos y a los líderes políticos.
“Cualquiera que quiera tener la tarea de gobernar, debe ser responsable y no utilizar de forma electoral incidentes como los de Gràcia, que la ciudadanía no entendería”, ha argumentado Colau, que ha expresado su confianza en que “nadie juegue electoralmente” con los hechos sucedidos en Gràcia.
Respecto al conflicto en sí del barrio de Gràcia, la alcaldesa ve como una “buena noticia” que se haya “rebajado la tensión” de los últimos días y haya vuelto el clima de “calma” que permitirá recuperar el diálogo que permita encontrar la “mejor” de entre todas las soluciones posibles.
Colau ha insistido en que esta solución se tomará desde el máximo consenso, con la participación del tejido vecinal y comercial de Gràcia, y con los colectivos que han trabajado en el local expropiado, para que sus “actividades buenas se puedan mantener”.
Preguntada por el hecho de que el Ayuntamiento de Barcelona haya descartado la compra directa o avalar una compra colectiva del 'banco expropiado', por el precio “desorbitado” del inmueble, que supera el medio millón de euros, la alcaldesa ha insistido en que la solución será la que consensúe el conjunto del barrio.
Colau, en este sentido, ha señalado que el gobierno municipal no descarta a priori ninguna solución.