Así se ha pronunciado el teniente general Comas en un Desayuno Informativo del Fórum Europa Tribuna Mediterránea, que se ha celebrado en Valencia, al ser preguntado por si considera excesivos, en tiempos de crisis, los gastos destinados a Defensa.
El teniente general ha explicado que no se puede abandonar o dejar la Defensa “si queremos asegurar nuestras libertades, porque si el otro percibe que bajamos, actuará”. Ha subrayado que las Fuerzas Armadas “son necesarias para disuadir a cualquier enemigo potencial y para hacer la guerra, si es necesario”.
Sobre los gastos en concreto, ha señalado: “Si 28 jefes de Gobierno están de acuerdo en aumentarlos, otra cosa es que lo hagan, será porque hace falta”, y ha recordado la importancia en invertir en tecnología “para poder avanzar”.
“No digo --ha agregado-- que haya tener ni mucho ni poco gasto en Defensa. Yo digo que hay que tener el que toca. Me refiero a que cualquier adversario en potencia tiene que tener la percepción de que tienes la capacidad y eso requiere un determinado nivel de inversión”.
Así, el teniente general ha puntualizado que los miembros de las Fuerzas Armadas “trabajan en lo que tienen que trabajar. Los soldados son nuestra gente, somos todos, y esos soldados están todos los días luchando o muriendo y lejos de nuestra casa, de la patria y tenemos la obligación de darles lo mejor que le podamos dar”, ha abogado.
Por otro lado, se le ha preguntado por si las Fuerzas Armadas tienen problemas con drogas tras intervenirse hace unos meses 127 kilos de cocaína en el buque militar Juan Sebastián Elcano. Al respecto, ha afirmado que independientemente de lo ocurrido en este caso, “que es un delito”, el tema de drogas en el Ejército de Tierra está muy controlado, ha dicho.
Así, ha explicado que pasan controles periódicos “por sorpresa”, y si a la tercera da positivo, se abre expediente y normalmente hay expulsión. Ha apuntado que cree que la incidencia de drogas en el Ejército de Tierra es alrededor del 1 por ciento.
DISCRIMINACIÓN
Por otra parte, también se le ha interpelado por si considera que existe discriminación en el Ejército, a lo que ha dicho que “no”. “El Ejército --ha añadido-- solo es un reflejo de la sociedad, y en las Fuerzas Armadas el que hace el mismo trabajo cobra lo mismo”.
Además, ha puesto como ejemplo que en términos generales hay proporcionalmente más mujeres cabezas promociones que hombres, y el motivo es porque, a su entender, han entrado en un mundo más tradicional de hombres y “es posible que la razón sea que lo hagan muy bien”. También ha dicho que persiguen cualquier tipo de discriminación, “o de acoso o de cualquier otra cosa”.
Asimismo, se le ha preguntado por lo que se espera en los próximos despliegues tras lo ocurrido en la guerra de Irak, y ha señalado que esta guerra “se desarrolló y tuvo sus razones, y creo que muchas veces en las operaciones de las guerras se marcan objetivos utópicos”. En concreto, ha puntualizado que tanto en Irak como en Afganistán se impusieron unas finalidades, conseguir establecer una democracia participativa, “que es imposible a corto plazo. Requiere años y muchos”, opina.
“En Irak, en su día, se hizo una apuesta por una democracia, por un estado, y el resultado ha sido el llamado estado islámico, el grupo terrorista islámico que actúa entre Siria e Irak y vemos las barbaridades que están haciendo en la zona, lo que ha movido a la comunidad internacional a actuar”. El objetivo es “ahora” mucho más concreto, ya que el despliegue “es para crear capacidad del ejercito israelí para hacer frente a esta gente”.