En el Congreso hay muchas cosas que nunca habían ocurrido antes y que en esta legislatura constituyen todo una novedad. Una de ellas, que la Cámara tenga por primera vez en su historia a una mujer al frente de la Comisaría de Policía. Su nombre es Concepción Ramos del Olmo y este martes juraba su cargo ante la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, que según fuentes de la institución ha sido quien ha impulsado su designación.
Según el Reglamento, los presidentes del Congreso son la máxima autoridad policial y a quienes corresponden velar por el mantenimiento del orden en el recinto parlamentario. Pese a estar bajo sus órdenes, Ramos tendrá la difícil tarea y la responsabilidad de garantizar la seguridad de la institución en donde se han sucedido no pocos episodios polémicos.
De hecho, su antecesor en el puesto, Ángel Álvarez, que se jubiló hace casi un año, estuvo en el centro del huracán por causa de algunos de ellos. Uno de los más sonados fue el que ocurrió en octubre de 2013 cuando una invitada a un pleno acusó a varios agentes de la policía del Congreso de haberla obligado prácticamente a desnudarse tras cachearla antes de entrar en el recinto parlamentario.
El entonces presidente de la Cámara, Jesús Posada, anunció una investigación de los hechos y amenazó con forzar la destitución de Álvarez, un policía vinculado al PP y responsable de la investigación de los atentados del 11-M en una primera fase, como jefe entonces de la Brigada de Información de Madrid.
Meses antes, su cargo también estuvo en entredicho tras los fallos de seguridad detectados cuando un grupo de activistas de Greenpeace logró encaramarse al frontispicio del Congreso y colocar una pancarta contra la ley de Costas. Cinco de ellos estuvieron apunto de acceder al interior del recinto a través de las vallas de las obras que se estaban realizando entonces en la zona. El Sindicato Unificado de la Policía (SUP) consideró “muy graves” esos hechos y pidió la destitución de Álvarez.
Otro de los episodios más recordado fue el que protagonizaron en octubre de 2013 varias activistas de Femen, que protestaron desnudas encaramadas a la columnas de la tribuna de invitados contra la reforma de la ley del aborto que pretendía aprobar el exministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón. Tres de ellas fueron detenidas por polícias de la Cámara.
La Comisaría del Congreso, al igual que la del Senado, está catalogada como “especial” por el Ministerio del Interior, al igual que las de Presidencia del Gobierno, el Tribunal Constitucional, las del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) -Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional- , o la de la Casa Real, en donde Concepción Ramos fue inspectora jefa adscrita al Servicio de Seguridad. Todas ellas dependen de la Jefatura Central de Operaciones de la Dirección Adjunta Operativa.
Ramos tendrá a su cargo a partir de ahora unos 250 agentes de policía de diversas escalas, de los que la mayoría -unos 200- presta servicio en el Congreso, mientras que los 50 restantes están repartidos entre la oficina del Defensor del Pueblo y la sede del Tribunal de Cuentas, que también son de su responsabilidad.
La comisaria Ramos verá también algo insólito: cómo la Cámara baja investiga por primera vez a un exministro del Interior como Jorge Fernández Díaz, por la denominada 'Operación Catalunya', urdida junto al director de la Oficina Antifraude de Catalunya, Daniel de Alfonso, para destapar escándalos contra partidos y cargos independentistas en vísperas del proceso participativo del 9-N.
En el solemne acto de toma de posesión de la nueva comisaria estuvieron presentes los miembros de la Mesa del Congreso; el presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Álvarez de Miranda; Francisco Fernández Marugán, adjunto primero al Defensor del Pueblo; policías y algunos parlamentarios. Entre estos últimos destacaba el exdirector de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, en la actualidad senador por designación de las Cortes de Castilla León, que se fotografío repetidas veces con la presidenta del Congreso y la nueva comisaria de la Cámara dado que estuvo integrada en su antiguo gabinete.
En una breve alocución para darle la bienvenida, Pastor le ha deseado “muchos éxitos”. De paso, ha aprovechado para “encomiar” y “agradecer” la labor del Cuerpo Nacional de Policía, por “proteger el trabajo de los representantes de la soberanía nacional, que prestan un invalorable servicio a la democracia y al orden de las libertad”.