La comisión plural mandatada por la dirección de IU para consensuar la candidatura para las europeas ha cerrado su sesión de hoy en apenas 90 minutos sin discutir siquiera ninguna propuesta. El secretario de Organización, Miguel Reneses, que preside el grupo, ha emplazado a los miembros a volver a reunirse este sábado a las 9.00 de la mañana para intentar alcanzar un pacto antes del Consejo Político Federal (CPF) que debe ratificar, sí o sí, la lista para los comicios del próximo mes de mayo.
El propio Reneses ha asegurado durante la cita que, ante la ausencia de acuerdos y sin propuestas viables sobre las que trabajar, tenía poco sentido proseguir con la reunión.
La mayoría de los presentes en la reunión han aceptado la directriz de Reneses, según asistentes a la cita. Algunos, sin embargo, sí han presentado su queja ante lo que consideran un incumplimiento del mandato que la comisión recibió de la dirección federal de IU.
El representante de En Común, Santos Chiches, ha denunciado que se están produciendo negociaciones fuera del ámbito de la comisión, lo que atenta contra lo ordenado por el CPF que dio carta de naturaleza a la delegación. La propia corriente ya había mostrado en público sus quejas y las había publicado en su página web.
En opinión de Chiches, la propia dirección de IU “no ha hecho el esfuerzo necesario para que la comisión cumpliera con su labor” ya que no ha habido en ningún momento “voluntad de acuerdo o negociación”. La de hoy ha sido la segunda reunión de la delegación, después de la que se produjo nada más constituirse y que tuvo un carácter meramente técnico.
Ahora las partes continuarán las negociaciones para acordar la composición de la lista e intentar que esta se apruebe en la comisión antes del CPF de mañana. En caso contrario, este órgano, el principal de IU entre congresos y formado por cerca de dos centenares de personas, recibirá todas las candidaturas que se presenten y cumplan los requisitos y la someterá a votación.
Una lista difícil de consensuar
Los problemas que encuentra la coalición liderada por Cayo Lara para consensuar la candidatura para las europeas son, básicamente, dos. El primero y más obvio, el cabeza de lista, donde la veteranía e institucionalismo de Willy Meyer compite con la juventud y proximidad a los movimientos sociales de Marina Albiol.
El actual eurodiputado cuenta con el aval explícito de la principal federación de IU, la andaluza, y con el poderoso Partido Comunista de la región; la castellonense ha recibido por su parte un gran número de apoyos locales y regionales a lo largo del Estado y en su propia federación, aunque ninguna del peso que tiene Andalucía dentro del aparato de IU.
Además, IU busca la manera de integrar a sus socios en los primeros puestos de la lista para asegurarles, o casi, obtener un eurodiputado. Entre estos están ICV, que habitualmente ha ocupado el número dos, en los comicios aunque en esta ocasión no lo tiene asegurado; EUiA, el socio catalán de IU, que ha elegido al independiente Gerardo Pisarello; Anova, cuyos militantes decidieron en referéndum concurrir con la coalición liderada por Cayo Lara; e Izquierda Abierta, el partido de Llamazares integrado en IU.
Anejo a ambos conflictos, los negociadores deben tener también en cuenta a los candidatos de cada una de las federaciones regionales. Madrid, por ejemplo, decidió no proponer a un cabeza de lista y promovió a dos de sus militantes más destacados, Lidia Fernández y Javier Couso. Asturias y Murcia también intentan hacer valer su peso específico dentro de la federación.