La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Francisco Nicolás Gómez, conocido como el 'Pequeño Nicolás', a tres años y cinco meses de cárcel por un delito de falsedad documental y otro de usurpación de funciones públicas. Los jueces le condenan por hacerse pasar por agente de la vicepresidencia del Gobierno y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en 2014. Se trata de la tercera condena de este joven, la segunda por hacerse pasar por representante de un alto organismo del Estado.
Una parte de la condena, 17 meses de cárcel, viene por hacerse pasar por agente del CNI. Los otros dos años de cárcel son por un delito de falsedad documental. Queda absuelto, además, del delito de estafa que le atribuía la Fiscalía por engañar a un empresario. Los jueces tienen claro que todos sus actos “generaron la creencia en terceros de que trabajaba para la vicepresidencia del Gobierno y para el CNI en labores o servicios oficiales”, según la sentencia. “He salido absuelto de estafa. Ya me diréis donde está el engaño chavales”, ha celebrado el joven en su cuenta de Twitter.
El nombre de Francisco Nicolás Gómez Iglesias saltó a los medios de comunicación tras su detención en 2014. Un juzgado de Madrid empezó a investigar todas las veces en las que este joven madrileño se había hecho pasar por agente del Gobierno o del CNI para expandir su red de contactos y, supuestamente, perpetrar engaños y estafas. Esta es su segunda condena derivada de hacerse pasar por enviado del ejecutivo o de sus espías.
En este caso la sentencia declara probado que Gómez Iglesias paseó por Madrid en un coche de alta gama con indicativos lumínicos para simular que iba en un vehículo oficial. También que llegó a acudir al despacho del director de una sucursal del Banco Santander para intentar, sin éxito, que un empresario pudiera sacar todo su dinero en efectivo. Fue detenido cuando la Policía sospechó que podía estar intentando estafar a este empresario, que en origen había acudido a él por problemas en la venta de una finca.
Los jueces le condenan por falsificar la documentación del CNI o del Gobierno que utilizaba para presentarse, pero le absuelven por falta de pruebas de que estuviera intentando engañar al empresario. Hay otras “hipótesis posibles” para los magistrados, como que por ejemplo el dinero que intentó sacar del banco fuera destinado a operaciones conjuntas, “confesables o inconfesables”. Entre otras posibilidades, cita la Audiencia Provincial, está la inmediación para vender la finca, la “elusión” de la Agencia Tributaria o hacer inversiones de riesgo “que no lograban contar con el asentimiento familiar”.
Otros episodios similares ya le han costado tres años de cárcel por hacerse pasar por “enlace” entre la vicepresidencia del Gobierno y la Casa Real para organizar un falso viaje del monarca a la localidad lucense de Ribadeo, y en otro caso fue condenado a un año y nueve meses de cárcel por falsificar su DNI para que un amigo hiciera por él sus pruebas de selectividad. En algunos de estos procesos los jueces han reconocido que el joven padece un “trastorno de la personalidad con características narcisistas”, tal y como determinaron los forenses tras su arresto.
Sus condenas de prisión todavía tienen que ser revisadas por el Tribunal Supremo y, en su caso, ser declaradas firme. En caso de contar con el visto bueno de la sala de lo penal, la acumulación de varias de estas causas podría llevar al ingreso en prisión de este joven que fue detenido por primera vez hace ocho años.