El cadáver de la turista danesa asesinada en junio de 2014 en el centro de Madrid por el belga Dave V. -según él mismo confesó ayer- estaba “totalmente calcinado” cuando llegó la Policía Nacional al lugar del crimen.
Así lo ha explicado hoy en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid uno de los policías encargados de la inspección ocular del apartamento donde el procesado, para quien el fiscal pide 28 años de prisión, asfixió con un cable a la chica de 27 años.
El acusado reconoció ayer ante el jurado que cometió el crimen y después cogió una botella de aceite con el que roció el cuerpo de la víctima y le prendió fuego.
Pudo entrar al apartamento turístico con un juego de llaves que poseía, dado que trabajaba como empleado en la empresa que se dedicaba a gestionar su alquiler.
El procesado relató que antes de los hechos había consumido grandes cantidades de cocaína y alcohol y que no sabe “por qué” lo hizo.
Uno de los policías que el día de los hechos se trasladó al apartamento, situado en la calle Barcelona de Madrid, para realizar la primera inspección ocular ha relatado al tribunal que el cuerpo de la joven se encontraba en la habitación “boca abajo y desnudo” y que estaba “totalmente calcinado”.
El Policía ha explicado que sospecharon que se trataba de una muerte violenta porque detectaron un cable alrededor del cuello de la chica.
“Toda la habitación estaba ennegrecida, había muchísimo humo y un fuerte olor”, ha añadido.
El acusado se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 28 años de prisión por un delito de asesinato y otro de incendio, mientras que su defensa pide 10 años de cárcel, pues considera que se trata de un delito de homicidio y otro de daños y que además concurre atenuante por el estado de intoxicación por alcohol y drogas en el que se encontraba.