El pleno del Congreso de los Diputados ha avalado este martes la toma en consideración de una iniciativa impulsada desde el Parlament de Catalunya para modificar el Código Penal y hacer que los delitos de pederastia grave no prescriban. La iniciativa ha dado el primer paso adelante con 305 votos a favor de PP, PSOE, Sumar y sus socios de investidura. En contra han votado a los 32 diputados de Vox.
La propuesta recogida por el Congreso surge de una iniciativa aprobada en febrero en el Parlament con el único voto en contra de Vox y la abstención de la CUP. Todo ello fruto de la comisión de investigación sobre la pederastia celebrada en la cámara catalana.
En el turno de presentación de la propuesta, la socialista Judith Alcalá ha señalado que “solo el 4 por ciento de las víctimas denuncia” los abusos sufridos durante la infancia y que, de las denuncias presentadas, “solo el 30 por ciento termina en sentencia”.
Raquel Sans (ERC) ha reclamado equiparar los plazos de prescripción de España a los de otros códigos penales europeos. Por parte de los Comuns, Susanna Segovia ha subrayado que la propuesta que el Parlament lleva al Congreso es fruto de un “ejercicio de escucha y reparación” a las víctimas.
En los turnos de posicionamiento de los grupos del Congreso, el diputado de Junts Josep Pagès ha argumentado que hay que evitar los “espacios de impunidad” en los delitos de pederastia, pero ha avisado de que el Estado va tarde a la hora de encarar esta lacra. “Esta iniciativa estrictamente penal no es suficiente”, ha añadido antes de destacar la necesidad de concienciar a la sociedad y reformar también leyes en el ámbito civil.
Por parte del PSOE, la diputada Alba Soldevila ha asegurado que la norma permitirá mejorar la protección y reparación de las víctimas. “Señorías del PP y Vox, están incómodas con este tema. Ambos votaron en contra de la comisión de investigación en el Parlament y han puesto trabas para llevar esa modificación al Congreso”, ha recordado. “No hay excusas, trabajen por las víctimas”, les ha pedido.
En el caso del PP, el diputado Nacho Martín Blanco ha celebrado el tono “constructivo” de las representantes del Parlament y ha defendido que su partido “no se esconde detrás de la iglesia”. Sin embargo, ha pedido no evitar el debate jurídico que envuelve la propuesta sobre la prescripción de los delitos de pederastia. “Las cosas no son tan fáciles. No caigamos en un populismo judicial que nos haga creer que el derecho no vale nada”, ha remarcado.
Desde el PNV, Mikel Legarda ha recordado que muchas víctimas de abusos tardan años en explicar las agresiones por motivos personales y sociales de todo tipo, pero ha alertado de que el redactado de la iniciativa los genera “graves dudas” que esperan resolver en su tramitación.
Negativa de Vox
Desde Vox, el único grupo que ha votado en contra de la proposición, la diputada Carina Mejías ha comenzado su intervención celebrando que el Parlament “trabaje por fin en cosas importantes y de interés general”. A renglón seguido, ha recordado que Catalunya es “la comunidad autónoma más peligrosa de España”, entre otros, por el número de agresiones sexuales que se denuncian.
“Esta propuesta es un ejercicio de hipocresía para desviar el foco de las nefastas consecuencias de sus decisiones políticas que han beneficiado a delincuentes, pederastas y depredadores sexuales. Necesitamos una reforma integral del Código Penal para garantizar la seguridad de las mujeres, la protección de los niños y no las chapuzas jurídicas con deficiencias técnicas”, ha remachado.
Próximos pasos
Al superar el debate de toma en consideración, la proposición de ley orgánica se remitirá a la comisión competente y se abrirá el correspondiente plazo de presentación de enmiendas a la totalidad y al articulado. En caso de que se presentaran enmiendas a la totalidad, que sólo pueden ser de texto alternativo, se celebrará el debate de totalidad.
Una vez celebrado el debate, y si las citadas enmiendas son rechazadas, la iniciativa continuará su tramitación en ponencia, comisión y pleno. Debido a su carácter orgánico, su aprobación requerirá una votación final de conjunto en la que deberá obtener el apoyo de la mayoría absoluta de los miembros de la Cámara. Si supera esta votación, el texto se remitirá al Senado para continuar su tramitación.