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El Congreso catalogó en diciembre de 1981 los tiros del 23-F, con las cinco marcas 'borradas' ahora en las obras

EUROPA PRESS

MADRID —

Según relata el texto, el arquitecto constató “37 señales de desperfectos” que “aparentemente”, podían haber sido “producidos por disparos de bala”. “En 26 de ellos se aprecia con claridad esta causa y en los 11 restantes, por la distancia, no se puede asegurarse totalmente esta circunstancia”, explica el arquitecto.

El informe divide en dos grupos las marcas de los tiros --los encontrados en la bóveda del hemiciclo-- y los que se reparten entre las paredes y el techo de galería de tribunas. El arquitecto describe con todo lujo de detalles la ubicación de cada uno de esos impactos.

DOS MESES CERRADO

Como consecuencia de las obras que han tenido lugar en la cubierta del Palacio y en el propio Salón de Plenos, el hemiciclo ha estado cerrado entre los meses de julio y septiembre. El pasado día 11, cuando se celebró la primera sesión de control al Gobierno tras el verano y parte del hemiciclo se vio afectada por unas importantes goteras, se detectó la desaparición de varios disparos que había en la Tribuna de Prensa.

El Congreso ha anunciado la apertura de una investigación para determinar qué ha ocurrido y, durante más de una semana, desde la Mesa de la Cámara se ha mantenido que los desperfectos ocasionados durante la asonada golpista no habían sido nunca catalogados. De hecho, la vicepresidenta primera de la institución, Celia Villalobos, informó de que se iba a citar a testigos de aquel suceso para intentar hacer ese 'mapa' de los tiros.

Sin embargo, en la anterior legislatura, el entonces presidente del Congreso, José Bono, con motivo del 30 aniversario del asalto protagonizado por el teniente coronel Antonio Tejero, se ocupó de recuperar la documentación sobre el suceso e hizo público, entre otros textos, el informe del arquitecto.

REPARARLOS HABRÍA COSTADO UN MILLÓN DE PESETAS

En ese documento se especifica la existencia de “cinco señales en el primer tramo del techo” de la galería superior “sobre la Tribuna de Prensa”, las marcas que ahora han desaparecido. Además, deja constancia de distintas señales a lo largo del resto de la citada galería y de otra situada en una de salas próximas al hemiciclo conocidas como 'escritorios', concretamente la que ahora utiliza la prensa.

El arquitecto también realizó una valoración estimada de lo que hubiera costado arreglar los desperfectos ocasionados por los impactos de bala y calculó que habría ascendido a poco más de un millón de pesetas de la época.