El Congreso concluye que Rajoy y Cospedal ordenaron la Kitchen

La comisión de investigación sobre el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas ha concluido este miércoles su trabajo concluyendo que “la cúpula directiva del Partido Popular”, partido presidido entonces por Mariano Rajoy, con María Dolores de Cospedal como su número dos, “ordenó la utilización partidista, delictiva e ilegal de efectivos, medios y recursos del Ministerio del Interior, para hacer un seguimiento y encontrar las pruebas que obraran en el poder del extesorero Luis Bárcenas y que inculparan al Partido Popular sobre la 17 financiación irregular y los casos de corrupción durante los años en que gobernaban”.

La comisión ha aprobado por amplia mayoría –159 favor, 149 contra; 29 abstenciones– el texto de conclusiones del PSOE, al que se ha sumado Unidas Podemos tras pactar una enmienda. Ese documento sentencia que “la Operación se dirigía desde tres sedes, la sede del Partido Popular en la calle Génova, con el conocimiento de la Secretaria General del partido, María Dolores de Cospedal, que informaba al Presidente del Partido y del Gobierno, Mariano Rajoy; la sede del Ministerio del Interior, con el ministro Jorge Fernández Díaz que le encargó al Secretario de Estado de Seguridad, Fernando Martínez la puesta en marcha de todo el operativo delictivo y, su epicentro, en la Dirección Adjunta Operativa de la Policía Nacional que dirigía Eugenio Pino Sánchez”.

“La finalidad de la Operación Kitchen era la obstrucción de las investigaciones judiciales en marcha y que las pruebas que pudieran estar en posesión de Luis Bárcenas se destruyeran u ocultaran para que nunca fueran utilizadas por la administración de Justicia, e incluso de los propios miembros del Cuerpo que actuaban como policía judicial. Y para esta finalidad de interés particular exclusivo del Partido Popular se utilizaron ilegalmente fondos reservados y efectivos policiales”, zanja el texto aprobado.

El acuerdo de PSOE y Unidas Podemos que ha permitido sacar adelante dicho dictamen ha incorporado una enmienda planteada por el grupo confederal en la que se considera “oportuno” una “revisión en los procesos y procedimientos sobre uso y control de los fondos reservados”. Este era uno de los principales puntos de desacuerdo entre las dos formaciones de Gobierno. El PSOE considera que la Ley de Fondos Reservados, que aprobó su Gobierno en 1995, es adecuada y que en Kitchen simplemente se quebrantó. Unidas Podemos, por su parte, cree acreditado que el mecanismo aprobado tras el terrorismo de Estado de los GAL es insuficiente y propicia la malversación que tuvo lugar en el espionaje ilegal al tesorero del PP.

En el texto también se considera “conveniente” una “revisión de los procesos de concesión de condecoraciones en la Policía Nacional”, que “abunde en una mayor transparencia y objetividad en la concesión de las mismas”. Esta es una modificación del texto inicial del PSOE a petición de Unidas Podemos. La “ley de medallas” es un texto de 1964 que es incumplido sistemáticamente para entregar recompensas en forma de medallas pensionadas, una maniobra que se llevó a cabo desde Interior en beneficio de todos los imputados en Kitchen.

En la comisión de este miércoles, que se ha celebrado a puerta cerrada, se han producido dos votaciones. Una primera sobre el texto de conclusiones pactado entre Unidas Podemos y fuerzas independentistas, más duro que el del PSOE, que no ha logrado los apoyos necesarios por el rechazo de los socialistas. Posteriormente, y tras pactar la citada enmienda entre lo dos aliados del Gobierno, el texto de los socialistas ha logrado ser aprobado por mayoría.

Finalmente, ERC, PNV y Grupo Mixto -donde se integra la CUP- se han abstenido al votar las conclusiones del PSOE, apoyadas por Unidas Podemos y EH Bildu. En contra han votado PP, Vox y Ciudadanos, informan a elDiario.es fuentes parlamentarias. Unidas Podemos ha adjuntado su texto como voto particular.El PSOE blinda a Sanz Roldán

Donde el PSOE ha resultado inflexible ha sido en la referencia al rey Juan Carlos I que hacían Podemos y los independentistas en su texto y en el Centro Nacional de Inteligencia y su exdirector, Félix Sanz Roldán. El texto votado no hace referencia a ninguno de ellos. En el caso del CNI ocurre pese a los indicios que reúne el sumario de Kitchen, expuestos durante varias comparecencias de la comisión, sobre la participación del servicio de Inteligencia en el espionaje a Bárcenas o en otra operación paralela.