En el Congreso, en entrevistas y hasta en sus memorias: todas las mentiras de Fernández Díaz sobre Villarejo
Jorge Fernández Díaz tuvo durante su etapa como ministro de Mariano Rajoy, y también después, varias oportunidaes de admitir que conocía al excomisario José Manuel Villarejo y se había reunido con él. El ministro, como el apóstol Pedro a Jesús, negó hasta tres veces en público al policía, y otra más durante la instrucción de Kitchen. “Jamás he despachado con el señor Villarejo”; “Yo no le he condecorado jamás”; “Apenas le he saludado dos veces”. Los audios que publicaba este miércoles el diario El País demuestran que en todas esas ocasiones mintió.
El titular de Interior entre 2012 y 2016 se reunió durante su primer año como ministro, en la sede de Interior, con Villarejo y el entonces director adjunto operativo de la Policía, Eugenio Pino. Aunque Fernández Díaz pidió en varias ocasiones que la conversación no saliese de aquellas paredes, el excomisario la grabó y de ella se puede extraer que los tres orquestaron la Operación Cataluña contra dirigentes independentistas. La grabación forma parte del gran archivo incautado a Villarejo por la Justicia, pero que no ha sido incorporado a ninguna de las piezas que lo investigan dentro del caso Tándem.
Las primeras informaciones que apuntaron contra las maniobras del exministro y un grupo de agentes para buscar indicios de corrupción vinculados a dirigentes catalanes o miembros de su entorno, en pleno auge independentista, son de 2014. Los diputados de la extinta Convergència preguntaron entonces al ministro por aquellas noticias sobre la ‘policía patriótica’ en sede parlamentaria, pero el ministro los mandó al “psiquiatra”. Esa brigada formada dentro del Ministerio, con fondos del departamento, preparó informes también sobre otros adversarios políticos del PP, como Podemos, según confirmó la comisión del Congreso que investigó años después esta trama, que ahora está en la Justicia.
Ese día, sin embargo, Fernández Díaz dijo, desde la tribuna del Congreso, que “la noticia sobre la creación de esa unidad secreta” era “absolutamente falsa”. “Estamos aquí para hablar de cosas serias. Otra cosa es que ustedes estén en la obsesión en la que están y vean persecuciones incluso en sueños, pero eso es más propio del psiquiatra que del ministro del Interior”, añadió el dirigente popular.
Poco después, también en 2014, la Fiscalía Anticorrupción decidió desestimar los informes falsos que había preparado la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales de la Policía (Udef) sobre una supuesta cuenta en Suiza del exalcalde de Barcelona Xavier Trias. El ministro declaró en Radio 4 que aquella información había salido de esa unidad: “La Policía recibe una información, abre diligencias, hace un informe y lo lleva a la Fiscalía, que decide si se judicializa o no”. Pero solo unos meses después, Fernández Díaz habló con el periodista Jordi Évole en el programa Salvados y negó que aquellos informes hubiesen salido de la Policía y que él tuviese algo que ver.
–“Ha habido políticos catalanes que afirman que usted estaba detrás de la filtración de esos informes a la prensa” –le interpela Évole.
Fernández Díaz tartamuda y dice: “¿Y? Desde determinadas instancias catalanas a mí se me ha acusado casi de todo. Qué le vamos a hacer”.
“¡Yo no le he condecorado jamás!”
A medida que fue pasando el tiempo, las informaciones que salieron en los medios sobre la denominada policía patriótica comienzan a apuntar a Villarejo, ya entonces implicado en casos como el del pequeño Nicolás, la doctora Pinto o el ático del expresidente madrileño Ignacio González. Fruto de las investigaciones contra él, el excomisario declaró ante el juez que había trabajado en una especie de brigada en la que él se encargaba de “investigar delitos de la familia Pujol, dentro de una unidad de la inteligencia de la policía” y sin control judicial.
Las periodistas Eva Lamarca y Marta Suárez preguntan a Fernández Díaz en septiembre de 2016 por este asunto en una entrevista para la revista Vanity Fair. “¡Qué policía patriótica –responde el ministro—. Miren, al comisario Villarejo, que se jubila el 4 de agosto, yo lo he visto dos veces y he hablado con él dos minutos. El 15 de diciembre del año 2010 ascendió a comisario y ha sido inspector jefe y comisario con 11 ministros del Interior. Y lo que no estoy dispuesto es a que se diga que ha aparecido con el PP y con el ministro Fernández Díaz”.
Momentos después, le recuerdan que él lo condecoró con una medalla al Mérito Policial con Distintivo Rojo. “¡Yo no le he condecorado jamás! Él tiene muchas condecoraciones. Si pasamos revista a su hoja de servicios veremos, en fin, cada Ministerio y cada director general de la Policía que le ha condecorado. ¿Quién ha dicho que yo he condecorado al señor Villarejo? Yo no le he condecorado nunca”, responde.
“Lo único que le hemos preguntado…”, prosiguen las periodistas, pero el ministro las interrumpe. “Sí hombre, sí, oye sé muy bien lo que se me ha preguntado. Digo, ¿yo he condecorado a Villarejo? Porque en todo caso si lo he hecho no me he enterado, así de claro”. Luego le pregunta a su director de Comunicación, a su lado durante la entrevista, que se lo confirma, y rectifica: “Yo he condecorado a multitud de policías. Me pasa la propuesta la DGP y yo firmo la resolución. No tengo la necesidad ni el deber de conocer a los 67.000 policías que existen.
En esa entrevista, Fernández Díaz responde también a preguntas sobre la Operación Cataluña: “Claro que no hay Operación Cataluña. ¿Qué es la Operación Cataluña, a ver? ¿Qué es? No, no, no, es que perdonen, yo no puedo demostrar que no existe lo que no existe. Ni existe la policía patriótica ni la Operación Cataluña”.
“Jamás he despachado con el señor Villarejo”
En abril de 2017, ya fuera del Ministerio del Interior, Fernández Díaz acude a una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados sobre la supuesta utilización partidista de su departamento. En ella responde a las preguntas de los grupos parlamentarios y en concreto a las del portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV) Mikel Legarda Uriarte. El exministro le responde: “Le voy a decir una cosa con toda claridad en sede parlamentaria, en una comisión de investigación. Durante los casi cinco años en los que he ejercido la responsabilidad de ministro del Interior jamás he despachado nada con el señor Villarejo”.
Legarda le insiste en sus preguntas en que “numerosas actuaciones policiales” acabaron en “denuncias imputaciones y anulación de pruebas”. En esas operaciones dentro del Caso Cataluña, le dice el diputado, “siempre aparece el mismo elenco de mandos policiales: Eugenio Pino, Bonifacio Díez, Martín Blas, Villarejo, Olivera, Fuentes Gago”. “No sé ni siquiera qué cara tienen. En la Policía hay casi 70.000 personas trabajando y vamos a añadirle 80.000 en la Guardia Civil. Ya sé que el ministro no va a despachar con todos, pero es que hay mucha gente y hay una cadena de mando”, responde Fernández Díaz.
Tras su salida del Ministerio, Fernández Díaz publicó en 2019 unas memorias bajo el nombre ‘Cada día tiene su afán’. En ellas, apenas dedica unas líneas a la policía política: “Pretender que el ministro del Interior –yo o cualquier otro– pueda mandar en la justicia y ordenar a la policía realizar investigaciones de un tipo y paralizar otras es tener una concepción aberrante del Estado y del Gobierno. Es seriamente preocupante que puedan creer eso”.
Ya alejado de la política, el exministro tuvo que declarar en la Audiencia Nacional como imputado en la causa que instruía el juez Manuel García-Castellón sobre el espionaje a Bárcenas, el caso Kitchen. Ante el juez, en octubre de 2020, Fernández Díaz volvió a negar a Villarejo –en ese momento encarcelado desde 2017. Dijo que solo lo había visto en dos ocasiones, una en 2012, en el despacho de su entonces director de gabinete, Francisco Martínez; y otra en 2016, en la comida de despedida del director adjunto operativo de la Policía, Eugenio Pino.
García-Castellón cerró esta causa el verano pasado, contra la opinión de las acusaciones, de alguna de las defensas y sobre todo de la Fiscalía Anticorrupción. El magistrado propuso llevar a juicio además de a Fernández Díaz, a Martínez y a todos los mandos que integraban la primera línea de la brigada política del PP, con el comisario Eugenio Pino, director adjunto operativo, a la cabeza. Dejó fuera al expresidente Mariano Rajoy a quien ni siquiera llamó a declarar.
El exministro recurrió ese cierre precisamente por entender que los verdaderos responsables de la operación Kitchen eran quienes formaban la cúpula del PP. “Es claro que el origen de la operación Kitchen ni estuvo relacionado ni afectaba al Ministerio del Interior. Y es obvio que el Sr. Bárcenas era el Tesorero del Partido Popular, no del Ministerio del Interior”, dijo en su escrito.
“Le he saludado dos veces”
El exministro del Interior volvió a pasar por una comisión parlamentaria hace poco y en esa comparecencia tuvo una nueva ocasión de reconocer si se reunió con Villarejo y en ese caso si preparó con él la Operación Cataluña. Fue en diciembre de 2021, en una de las últimas sesiones de la comisión Kitchen en la Cámara Baja.
Fernández Díaz dijo en esa comisión que si defendió a Villarejo cuando se publicó el ingente patrimonio que acumuló durante décadas el excomisario, parte de él en paraísos fiscales, fue porque pidió un informe y la “Dirección General de la Policía” le puso al corriente de los importantes servicios contra la lucha antiterrorista y el crimen organizado que había prestado el policía en el pasado.
Durante las casi tres horas que duró la comparecencia, quizás las declaraciones más tajantes y, a la luz de los audios publicados hoy más sorprendentes, las hace en respuesta a un diputado de su partido, Luis Santamaría Ruiz, que le pregunta: “Usted dijo que no conocía a Villarejo, que jamás habló con él por teléfono, que jamás despachó con él (...). ¿Se ratifica?”.
“Absolutamente”, contesta el exministro, que añade: “Le voy a dar algunos datos, porque he tenido la oportunidad de refrescar mi memoria”. A partir de ahí, Fernández Díaz detalla las dos ocasiones “en cinco años al frente del Ministerio del Interior” en las que, según él, coincidió con Villarejo.
La primera fue, dice, en junio de 2016: “Actos en la Policía en que vas saludando a los uniformados, y recuerdo perfectamente, me dice el señor Villarejo: señor ministro, comisario Villarejo”. Estas declaraciones difieren ligeramente de las que hizo en la Audiencia Nacional un año antes. Para la segunda ocasión no aporta fecha, aunque por la declaración ante García-Castellón se entiende que se refería a 2012: “Estaba con mi entonces director de gabinete en su despacho”.
Pero a continuación Fernández Díaz hace referencia a que “al parecer el comisario grababa a todo el mundo”. Y avanza: “¿Por qué yo me atrevo a decir que no oirán ustedes ninguna grabación mía con el señor Villarejo? Porque no podía haberla, porque nunca ha despachado ni hemos estado hablando más que en esas dos ocasiones”. Y por último, insiste: “Cuando he visto en los periódicos que yo he despachado, eso es mentira, lo digo claramente, es mentira. No se compadece con la verdad”. El diputado Santamaría le agradece sus palabras y la “claridad” y le dice que su intención es que quede “meridianamente claro, sin interpretación”, que Fernández Díaz “contesta lo que está contestando”.
La vigencia de estas palabras se ha alargado poco más de seis meses. Frente a los pronósticos de Fernández Díaz, este miércoles tanto los miembros del Congreso que se encontraban en esa sala como toda la opinión pública han podido escuchar una grabación de Villarejo de la reunión en la que ambos sí despacharon. Fue un encuentro del 16 de diciembre de 2012 en el despacho del ministro, de unos 15 minutos, en el que él y los miembros de la brigada política Pino y Villarejo acuerdan presentar una serie de denuncias ante los tribunales contra dirigentes independentistas. Entre esos líderes estaban los expresidents catalanes Jordi Pujol y Artur Mas.
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