Pedro Sánchez se ha convertido en el séptimo presidente de la democracia y en el primero en acceder al cargo por la vía de la moción de censura. Lo que hace tan solo una semana parecía imposible se ha convertido en realidad gracias a los votos de los nacionalistas vascos y catalanes quienes, además de Podemos, le han dado al líder del PSOE los votos suficientes para poner fin a la presidencia de Mariano Rajoy.
El candidato socialista llega al cargo con el respaldo de 180 votos, diez más que los que consiguió Rajoy en su investidura, cuando obtuvo 170. El nuevo tiempo político, cuya duración es una incógnita, se fragua con la expectativa de dificultades para un Gobierno necesitado de seguir buscando acuerdos cada día. Sánchez tendrá que manejarse con habilidad para sortear el exiguo apoyo que le garantizan sus 84 diputados en el Parlamento.
El Partido Popular se va a la oposición, en cuyos bancos están buscando ya sitio para los ministros que también son diputados y que hoy abandonan el banco azul, reservado para el Gobierno. Rajoy tendrá que decidir si se queda como jefe de la oposición o abre un tiempo nuevo para el PP.
El debate de la moción se ha resuelto en un clima de tensión y con los reproches del PP hacia el nuevo presidente. El hasta ahora portavoz popular, Rafael Hernando (Rajoy podría sustituirlo) ha acusado a Sánchez de llegar al Gobierno con “los amigos de Maduro, los que quieren romper España y los amigos de ETA”. “Hoy ustedes van a escribir una historia de vergüenza. Abren una nueva etapa según la cual todo vale”, ha asegurado el dirigente popular.
El debate que ha acabado con la presidencia de Rajoy se ha producido en ausencia de Rajoy prácticamente hasta el final. También decidió no estar presente ayer, en el momento clave de la primera sesión, cuando el PNV decantó la balanza. Rajoy prefirió irse a un restaurante cercano al Congreso, en donde estuvo ocho horas acompañado por parte de su equipo.
Mariano Rajoy ha aparecido en el Pleno justo al final, antes de la votación y poco después de que Pedro Sánchez se dirigiera a él con ironía: “Cuenta con todo mi respeto como expresidente”, le había dicho el líder socialista. Rajoy ha querido tener la última palabra del debate para entonar su despedida: “Quiero ser el primero en felicitarle”, le ha dicho a Pedro Sánchez. “Ha sido un honor ser presidente de España y dejar una España mejor que la que he encontré”, ha afirmado Rajoy: “Ojalá mi sustituto pueda decir lo mismo en su día”.