Ningún grupo parlamentario de la oposición ha apoyado este martes a José Antonio Sánchez, candidato del PP a presidir RTVE, en el primer pleno extraordinario celebrado en el Congreso para tal fin. Sánchez, que ya ocupó ese cargo entre 2002 y 2004, no obtuvo el apoyo de los dos tercios necesarios de la Cámara en una votación de carácter secreto que se realizó por llamamiento a través de papeletas depositadas en una urna. El aspirante a presidir el ente público tendrá que esperar a otro pleno extraordinario convocado el próximo jueves para ser elegido en el cargo gracias a la mayoría absoluta del PP.
Antes de comenzar las votaciones, los diputados de Amaiur y de la Izquierda Plural abandonaron el hemiciclo. Los portavoces de ambos grupos, Rafael Larreina y Ricardo Sixto, habían anunciado en sus intervenciones que no iban a participar de ese “paripé”.
En la votación han participado 277 diputados, de los cuales 178 han apoyado a Sánchez –todos del PP– , 5 han apoyado al candidato propuesto por UPyD –los de la propia formación de Rosa Díez– , Francisco Javier Montemayor. 89 diputados del resto de los grupos han votado en blanco y 5 papeletas han sido nulas.
Todos los demás grupos, excepto el PP, han manifestado su total rechazo al nombramiento de Sánchez al que han acusado de ser el “comisario político del Gobierno”, el hombre enviado por Rajoy que viene a controlar la televisión pública ante la proximidad de las próximas citas electorales.
Juan Luis Gordo, portavoz del PSOE, ha insistido en que el nuevo presidente de RTVE “hará de portavoz del Gobierno ante el miedo que tienen de perder las próximas elecciones y así ”poder mejorar sus expectativas electorales“. Gordo también ha alertado de que sus intenciones es ”hacer un ERE a lo bestia“.
Ricardo Sixto, de la Izquierda Plural, ha intervenido exclusivamente para lamentar que el PP quiera volver a colocar “con total descaro” al frente de RTVE a la misma persona que protagonizó “la etapa más triste y oscura” de su historia. Sixto ha recordado que Sánchez, además de tener un currículum “para tirar a la basura”, fue condenado por “manipulación informativa”. “Van a poner a un mercenario del PP, que no sabemos si ha cobrado en A o en B del propio PP, lo que dice poco a favor de su ética”, ha afirmado el portavoz de la Izquierda Plural.
Irene Lozano, portavoz de UPyD, ha calificado a Sánchez de “comisario político” y ha lamentado que el Gobierno convoque un pleno extraordinario para imponer a su candidato y no para hablar de temas que preocupan más a los españoles, como la crisis del ébola. Dicho esto, ha defendido al candidato alternativo presentado por su grupo, Francisco Javier Montemayor.
Montserrat Surroca, en nombre de CiU, ha criticado que Sánchez ni siquiera desgranara su programa ni desvelara los planes que tiene para el entre público durante el examen al que fue sometido por la Comisión de Nombramientos del Congreso la semana pasada.
Joan Baldoví, de Compromís-Equo, ha destacado que Sánchez vuelve al ente con la intención de convertir la televisión nuevamente en el “cortijo del PP”.
Al igual que Sixto, varios portavoces han destacado también que aparezca su nombre en los papeles de Bárcenas como receptor de cobros en B, y la “confesión” que hizo el propio Sánchez durante el examen al que fue sometido de que trabajó para el PP de Rajoy cuando era corresponsal político de ABC en el Parlamento, lo que, a juicio de la oposición, le “invalida” como candidato al cargo.
Como el otro día en ese examen, el único grupo que le ha defendido ha sido el PP cuyo portavoz, Ramón Moreno, sentenció al subir a la tribuna: “hoy los aguafiestas están de luto”. Moreno ha asegurado que Sánchez encarna las virtudes que necesita ahora el ente público para que vuelva a ser una empresa “solvente, fuerte y rentable”.