El Tribunal Constitucional decidirá esta semana sobre el derecho de los menores transexuales a anotar su cambio de sexo en los registros públicos. La medida supondría para este colectivo la posibilidad de cambiar los datos de su DNI, adecuándolos a su verdadera identidad. El artículo 1 de la ley que regula el cambio registral relativo al sexo obliga a ser mayor de edad para acometer una variación de estas características. El alto tribunal tiene que decidir si el articulado de esa ley vulnera los principios de la Constitución.
En España está permitido que los menores de edad procedan al cambio de nombre en su documento nacional de identidad, pero no se les autoriza alteraciones en la casilla relativa al sexo. El artículo 1 de la ley que regula los cambios de sexo en los registros dice que “toda persona de nacionalidad española, mayor de edad y con capacidad suficiente para ello, podrá solicitar la rectificación de la mención registral relativa al sexo”.
La duda del Supremo surgió tras la reclamación planteada por la familia de un menor que en ese momento tenía 14 años y que “al nacer fue inscrito con sexo y nombre de mujer pero que desde muy pequeño se sintió varón y prefirió usar un nombre masculino”.
En la demanda, presentada por los padres del menor, se relatan episodios que le provocaron sufrimiento y humillación. La Sala que abordó la demanda valoró en su momento que se trataba de un joven con la suficiente madurez y que realizaba una petición seria por encontrarse en una situación estable de transexualidad.
La decisión del Constitucional llega en el momento en el que este joven está a punto de cumplir la mayoría de edad; tarde para satisfacer sus pretensiones pero a tiempo para cumplir con una reclamación histórica de las familias de menores transexuales.
Alejados del debate político
El Constitucional tenía previsto decidir sobre esta cuestión en un pleno convocado para principios de abril pero el debate quedó suspendido por la cercanía de las elecciones generales. La llegada de Vox a esa contienda electoral, con su mensaje contra lo que denominan “ideología de género”, empujó a los magistrados a aplazar la decisión.
Las deliberaciones se han prolongado durante meses y los magistrados han tenido sobre la mesa dos borradores de sentencia diferentes. Este martes, pocas horas después de que finalicen las celebraciones del Orgullo LGTBI, el Constitucional tomará una decisión.