La coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, se ha reunido este jueves durante más de hora y media con el exministro socialista Alfredo Pérez Rubalcaba en un céntrico hotel madrileño. El encuentro, al que también ha asistido el diputado del PDeCAT, Jordi Xuclà, se ha producido solo unas horas después de la reunión que la propia Pascal mantuvo con Carles Puigdemont este miércoles en Bruselas.
Durante la larga conversación, que tuvo lugar en la cafetería del hotel Santo Mauro de Madrid, con Rubalcaba –muy distanciado de la dirección del PSOE y del secretario general, Pedro Sánchez– se abordó la compleja situación política catalana. El exdirigente del PSOE sugirió a la dirigente del PDeCat buscar puentes con el Gobierno para trasladar las mismas informaciones y dudas que Pascal y Xuclà estaban compartiendo con él.
Un día después de que Pascal visitase a Puidgemont en Bélgica, la número dos del PDeCAT, conversó con Rubalcaba, uno de los políticos con más peso en la historia reciente de la política española. Fuentes cercanas a Puigdemont admiten que no existen canales de comunicación con los poderes del Estado.
El PDeCAT, consultado por eldiario.es, resta importancia al encuentro asegurando que fue casual y producto de “una pura coincidencia”. En el entorno de Marta Pascal dicen que Rubalcaba y la dirigente catalana no se conocían previamente y que, al encontrarse, decidieron compartir una cerveza.
eldiario.es también se ha puesto en contacto con Alfredo Pérez Rubalcaba, que no ha querido hacer ninguna valoración sobre la reunión mantenida con los dirigentes del PDeCAT.
Solo unas horas antes del encuentro en Madrid, Pascal se reunió con Puigdemont en Bruselas. Esa conversación, celebrada este miércoles, sirvió para hablar de la configuración del próximo gobierno que están diseñando Junts Per Cat y ERC, según fuentes conocedoras. El tono de la reunión fue conciliador, pese a que las relaciones entre Pascal y Puigdemont son mejorables. La coordinadora general del PDeCAT ha manifestado en público y en privado la necesidad de conseguir la configuración de un Govern y que la legislatura sea estable, un deseo que choca con la intención de Puigdemont de ser investido aunque nunca pueda llegar a ejercer el cargo.