La agencia de noticias rusa Sputnik ha difundido este viernes una broma de la que ha sido víctima la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, en la que dos humoristas que se hacen pasar por miembros del Ministerio de Defensa de Letonia le informan de que el expresident catalán Carles Puigdemont es un espía ruso apodado Cipollino.
En el vídeo de la conversación, recogido por Europa Press, el humorista ruso Alexéi Stoliarov se identifica como el ministro letón de Defensa y se ofrece a Cospedal a compartir con ella información de los servicios de inteligencia de Letonia sobre el papel de Rusia en el conflicto catalán.
Entre otras cuestiones, informa a la ministra española de que el expresident Puigdemont trabaja “para la Inteligencia rusa desde hace tiempo” y que su apodo es Cipollino. Asimismo, le indica que el 50% o de los turistas rusos que viajan a Cataluña son, en realidad, “del servicio especial de Rusia”. “¿El 50%?”, pregunta incrédula Cospedal.
En varios momentos de la conversación, en la que también interviene el humorista Vladímir Kuznetsov, se ofrece la ayuda de Letonia, incluida la participación del Ejército, y la colaboración para abordar la información lograda por los servicios secretos de países vecinos y Ucrania con el objetivo de evitar que la situación en Cataluña termine en un escenario similar al de Donbás en Ucrania.
Ayuda militar letona
“Quisiera que lo tomara en serio. En cualquier caso estamos dispuestos a apoyarles con el desplazamiento de nuestro Ejército en el territorio de Barcelona en plazos muy cortos”, le dice el humorista a la ministra, que a lo largo de la conversación agradece la información recibida y se compromete a trasladársela al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con el objetivo, incluso, de un posible encuentro personal.
Sobre la situación en Catalunya, la titular de Defensa señala en la conversación que está “algo más controlada” y recuerda que las “mentiras” del independentismo catalán se “están desenmascarando en toda Europa”. “Pero es importante que se conozca toda la verdad”, dice sobre la posible colaboración rusa con el ex Govern catalán.
Cospedal: “Fue una conversación muy rara”
Tras difundirse la broma, la ministra española ha admitido que “fue una conversación muy rara”. “Pedí hablar en inglés y no quisieron; han quitado a la traductora”, ha explicado en un apunte en su cuenta personal de Twitter.
“Como no confié, dejé hablar y no volví a llamar. Ahora sé que eran rusos”, ha concretado la titular de Defensa, que durante la charla agradece la información recibida y se compromete a trasladársela al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con el objetivo, incluso, de un posible encuentro personal.