El número dos de Gürtel ha responsabilizado a la Comunidad de Madrid del fraccionamiento de contratos con la trama corrupta para ocultarlos. Pablo Crespo ha cambiado su versión y ha asegurado que algunos actos que organizaron para la entonces presidenta regional, Esperanza Aguirre, superaban el límite para ser adjudicados a dedo, y que era la administración del PP la que entonces les ordenaba trocearlos.
Tras la reanudación del juicio por la tarde, la fiscal Concepción Sabadell ha interrogado a Crespo por los actos que las empresas de la red Gürtel organizaron para el Gobierno regional. “Yo estaba al tanto de que la Comunidad de Madrid nos encargaba actos, sobre todo eran actos referidos a la presidenta de la Comunidad, doña Esperanza Aguirre”, ha contestado.
Durante el interrogatorio, la fiscal ha mostrado la transcripción de una conversación en la que Francisco Correa se refiere a esos actos como “chorizadas”, se sorprende de la cantidad de eventos que realiza Aguirre y le cuenta al José Luis Peña -que estaba grabando esa conversación- que Alberto López Viejo, consejero de la Comunidad de Madrid, se llevaba una mordida de cada uno de ellos. La Fiscalía cree que esa comisión era del 10%.
En la fase de instrucción, la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) acreditó que, en al menos 104 actos, la Comunidad de Madrid había fraccionado los contratos para que estos no superasen el límite legal de 12.020 euros que obliga a sacarlos a concurso, evitando así darles publicidad. El juez Pablo Ruz señaló a López Viejo, por entonces consejero de Deportes de Aguirre, como el responsable de esos contratos irregulares.
Crespo ha dicho que esta práctica era una orden expresa del Gobierno de Aguirre. “Era la administración la que nos indicaba cómo debíamos hacerlo, es el cliente el que decide cómo quiere pagar (…) Nos ordenaban dividir en distintas facturas”, ha explicado. Al igual que hizo Francisco Correa, se ha quejado de los problemas que tenían para cobrar de la Comunidad de Madrid y ha dicho que aún les debe dinero: “La deuda se iba acumulando hasta que casi nos acercó al colapso financiero”.
Su explicación de por qué se troceaban los contratos difiere a la que dio en la sesión de ayer. Preguntado por un acto concreto de la Comunidad de Madrid por el que se emitieron tres facturas, dijo que eran conceptos distintos. “Desde el punto de vista de la administración, está todo correcto. Y desde el punto de vista de las empresas, son tres facturas por tres conceptos distintos”, afirmó.
Lo que sí ha negado Crespo es que se abonasen mordidas a López Viejo por esos actos: “Jamás le he entregado ni un céntimo al señor López Viejo”. Cuando Sabadell le ha mostrado las anotaciones de su cuaderno personales con las iniciales A.L. y la aclaración “consejero”, ha dicho no saber a quién se refería. “Ni idea, no tengo ni idea, no sé si conozco a otro consejero que se llame A.L., A.L. pueden ser muchas cosas”, ha afirmado.
A preguntas del abogado de la Comunidad de Madrid, Crespo ha dicho no conocer con quien trataban sus empresas los contratos para los diversos actos que organizaban. Ha aprovechado que le preguntaba por esto para volver a recordar que, según sus cálculos, el Gobierno regional aún les debe unos 100.000 euros, por lo que se ha producido un “enriquecimiento injusto de la administración”.
A Rajoy solo le saludaba
El nombre del presidente del Gobierno en funciones ha vuelto a salir en el juicio de Gürtel. La abogada de la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (ADADE) le ha preguntado a Crespo por sus relaciones con él, y esta ha contestado que le conoce desde finales de los 80 porque ambos son de Pontevedra, que es una localidad “muy pequeña”.
“Nunca hemos tenido un trato ni siquiera de amigos (...) Lo saluda igual que a otros miembros de la ejecutiva del PP”, ha explicado Crespo. Hurtado ha cortado el interrogatorio recordando a la letrada que la presencia del PP en el juicio se limitaba a su participación a título lucrativo, y que no entendía las menciones al presidente del la formación.
Su relación con José María Aznar ni siquiera llegaba al saludo, ha relatado. Le conoció durante los actos que se organizaban en Galicia cuando el expresidente del Gobierno estaba en la oposición. Crespo ha dicho que Aznar no le reconocería si no fuera por la relevancia que ha adquirido por el proceso que le ha sentado en el banquillo.
Crespo ha contestado a todas las acusaciones populares, salvo a la de los socialistas madrileños. Cuando le ha llegado su turno, el abogado del PSM, Wilfredo Jurado, no se encontraba en la sala, y ha perdido su turno.
Hechos posteriores a 2005
La fiscal ha interrogado a Crespo por algunos emails y facturas de los años 2006 y 2007, lo que ha provocado la inmediata protesta de su abogado, Miguel Durán, que ha advertido a su cliente de que no contestase porque en esta pieza se juzgan hechos hasta 2005. Crespo está también imputado en la pieza que versa sobre los delitos cometidos a partir de ese año, y su abogado ha argumentado que no se le puede preguntar en este juicio sobre esos hechos.
Sabadell ha contestado que la denominación de esta pieza separada -llamada “Época 1: 1999-2005”- es tan solo un recurso “un título meramente orientativo”, y que “en absoluto” esta causa se restringe tan solo a esos años. A pesar de que el tribunal comparte su criterio, Durán ha pedido a su defendido que no contestase a ninguna de esas preguntas.