Pedro Sánchez lleva tiempo buscando una número dos que le acompañe a las elecciones generales. Ferraz ha dado a conocer el nombre definitivo: será la catalana Meritxell Batet. Pero la dirigente del PSC, que coordina el programa electoral, no fue la primera opción del candidato del PSOE a la Moncloa: antes le hizo el ofrecimiento a Cristina Narbona.
La exministra de Medio Ambiente declinó la invitación alegando que no deseaba volver a la primera línea política y argumentando que prefería continuar como consejera del Consejo de Seguridad Nuclear, cargo en el que aún le quedan tres años y medio de mandato. Se da la paradoja de que Sánchez obtuvo su escaño en el Congreso en enero de 2013, cuando sustituyó a Narbona que lo abandonó por su actual puesto.
La histórica dirigente, cuya inclusión en la lista por Madrid habría sentado bien en la 'vieja guardia' y en el ala izquierda del PSOE por su trayectoria, ha sido una de las mujeres más demandadas por las distintas direcciones del partido para formar parte de las listas electorales. El propio Sánchez intentó sin éxito que fuera como número dos de Ángel Gabilondo en las pasadas elecciones autonómicas. Narbona también recibió la invitación para para ir en la candidatura de las elecciones europeas de 2014 cuando el partido estaba en manos de Alfredo Pérez Rubalcaba; pero ha declinado todos los ofrecimientos.
Narbona subraya que en ningún momento su negativa debe ser interpretada como un “desplante” al líder del PSOE con el que asegura que mantiene muy buenas relaciones. De hecho, al igual que ha hecho en otras ocasiones, colabora con la actual ejecutiva en temas de energía de cara a la elaboración del programa electoral de las próximas generales. La exministra asegura que se siente muy cómoda y “muy implicada” en el proyecto que lidera Sánchez desde el pasado verano.
Tras el 'no' de Narbona, Sánchez continuó la búsqueda de una número dos. Los socialistas dan una especial importancia al segundo nombre que figure en las papeletas por la circunscripción de Madrid por lo que tratan de buscar nombres de prestigio y relevancia social con los que lograr una especie de 'efecto Gabilondo' que levante las expectativas electorales. Ferraz tanteó la posibilidad de que la exportavoz del Poder Judicial, Gabriela Bravo, se uniera como independiente en estos comicios pero su reciente nombramiento como consejera de Justicia en el Gobierno valenciano provocó la reticencia del presidente Ximo Puig y la operación quedó bloqueada.
Finalmente, Sánchez se ha decantado por alguien de su máxima confianza, que ya trabaja codo con codo con él en la ejecutiva: la catalana Meritxell Batet. Además de la “valía” de la dirigente del PSC -que coordina el programa electoral y la propuesta socialista de reforma constitucional-, el secretario general lo va a usar como un símbolo para los “puentes” que quiere tender con Cataluña.
Nombramientos cuestionados
A pesar de no haber logrado una ajena a la dirección para ser la número dos de la lista, el PSOE ha incoporado como independiente a la exmilitar Zaida Cantera, que irá en el sexto lugar por Madrid. Los dos nombramientos han despertado un cierto malestar en algunos sectores de la federación madrileña, que critican el procedimiento con el que se está llevando a cabo la elaboración de la lista. La ejecutiva regional aún no ha debatido la propuesta de lista que deberá presentar en el Comité Regional de este viernes y ni siquiera fue oficialmente informada de las incorporaciones de Batet y Cantera.
Ellas no serán las únicas 'paracaidistas' en la lista por Madrid, que se elabora en un momento en el que las expectativas son bajas: se da por hecho que no superarán los diez escaños que alcanzaron los socialistas en 2011. La dirección de Sara Hernández ya tiene repartidos con Ferraz muchos de esos puestos de salida, pese a que inicialmente no quería incorporar nombres ajenos a la federación. Sánchez, Batet y Antonio Hernando serán los tres primeros.
También hay que sumar a Eduardo Madina y Mari Luz Rodríguez, que no son de Madrid. Varias fuentes consultadas apuntan que el diputado vasco ocupará el quinto lugar, aunque nadie lo da por cerrado y podría caer al séptimo. Rodríguez, que es la responsable de Empleo y de la máxima confianza del secretario general, se disputa con la diputada Ángeles Álvarez el cuarto puesto (la que no lo consiga se irá al octavo). José Enrique Serrano -a quien inicialmente le ofrecieron ir como 11- y Rafael Simancas ocuparán previsiblemente los números 7 y 9.
Desde Ferraz y la dirección del PSOE-M no quieren detallar los puestos “por respeto” al proceso -propuesta de las agrupaciones, elaboración de la lista en la ejecutiva y aprobación en el Comité Regional-. Sin embargo, ya están recibiendo críticas por la manera que han tenido de actuar al dar por hecho algunos nombres sin pasar por los órganos correspondientes e incluir ajenos en una lista cada vez más mermada.