El PSOE está en “guerra total”, según reconocen los sectores enfrentados. Ambos, Ferraz y las federaciones críticas, se atribuyen la inminente victoria. Pedro Sánchez aspira a ganar el sábado la votación en el Comité Federal, que conllevaría dar luz verde a su plan de celebrar en menos de un mes unas primarias que le permitan mantenerse en la cuarta planta de Ferraz. Los barones y dirigentes críticos no ocultan que su intención es frenar esa aspiración y expulsarle de la dirección del partido.
Las federaciones críticas sostienen que tienen hasta tres fórmulas preparadas para torcer el brazo al secretario general y que el debate está ahora instalado en cuál y cuándo ejecutar la “opción menos dañina para el partido”, según las fuentes consultadas.
Según esas fuentes, los alineados con Susana Díaz ya tienen las firmas que necesitan para descabalgar al secretario general mediante la dimisión de la mitad más uno de los miembros de la Ejecutiva. En total, sostienen que necesitan que 17 miembros de la dirección presenten su renuncia. Los números con los que se había especulado hasta ahora eran 19 o 18, en función de si se tienen en cuenta los actuales miembros actuales o los 38 que se eligieron en el congreso extraordinario.
Los cálculos que hacen es que para fulminar al secretario general por esa vía deben contarse las bajas respecto a los 38 miembros elegidos hace dos años. De ellos permanecen 35, por la muerte de Pedro Zerolo, y las dimisiones de José Ramón Gómez Besteiro y Javier Adreu. El sector crítico considera que necesita sumar otras 17 bajas para que, sumadas a esas tres, suponga la desaparición de la mitad más uno de la Ejecutiva necesaria para acabar con Sánchez y que el partido quede en manos de un órgano interino.
Las federaciones críticas aseguran que esos 17 miembros están dispuestos a dimitir. Emiliano García-Page, vocal en la Ejecutiva, no ha descartado que esa sea la vía, pero ha agregado que hay que “evitarlo por todos los medios”. Es ahí donde se encuentra el debate.
Algunos dirigentes apuestan por llevar a cabo la maniobra sin esperar al sábado mientras que otros consideran que primero deben imponerse a Sánchez en el Comité Federal –les basta con la mayoría simple de los cerca de 300 miembros de ese órgano, que está completamente dividido–, y después, si Sánchez no se marcha motu proprio, sacar la carta de las dimisiones.
En Ferraz están seguros de que tienen la mayoría tanto en el Comité Federal como en la Ejecutiva. En una entrevista en eldiario.es, Sánchez ha mandado un mensaje a los miembros de ese órgano que están descontentos con su proyecto: “¿Se está esperando a que haya un número suficiente de dimisiones para derrocar al secretario general y que, en consecuencia, haya una gestora cuando vamos a convocar un congreso que va a dilucidar el liderazgo en cuestión de semanas? ¿Se va a sustituir el voto de la militancia por una gestora que va a tomar unas decisiones que yo estoy proponiendo que sean sometidas al voto de las bases?”.
“Estoy convencido de que los compañeros de la Ejecutiva Federal, antes de dimitir, tendrán en cuenta esta reflexión. Y si dimiten, que no esperen a que haya la mitad más uno de la Ejecutiva federal. Si consideran que ya no forman parte de este proyecto y que no se sienten identificados con el proyecto que encabezo, no hace falta que sumen el 50% más uno. Yo, en su lugar, dimitiría hoy”, ha aseverado.