Poco duró para el matrimonio Bárcenas-Iglesias el suspiro que supuso el levantamiento de su imputación en el caso Gürtel. El juez Antonio Pedreira, que investigaba parte de la trama en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, dictó el sobreseimiento de las acusaciones contra el extesorero del PP y su esposa, Rosalía Iglesias. Pero las pesquisas del magistrado Pablo Ruz en la Audiencia Nacional le llevaron a imputarles de nuevo.
Las alarmas se dispararon en los juzgados de instrucción ante un movimiento extraño en las cuentas de Rosalía Iglesias: el ingreso de 500.000 euros en billetes de 500 que ella justificó por la “venta de varias pinturas” que había adquirido en 1987 por 1.803 euros y vendió por 558.196 euros en 2006. En ese momento, mayo de 2012, aún no se habían descubierto las cuentas del matrimonio en Suiza, en las que llegaron a acumular 47 millones de euros, y el juez imputó a Rosalía Iglesias por haber defraudado 222.112,58 euros en la declaración del IRPF.
La investigación siguió adelante y el 17 de enero de 2013 la Audiencia Nacional ratificó la imputación de la esposa de Bárcenas. Tan solo 14 días después, el extesorero permitió que se publicaran los papeles en los que anotó durante más de 20 años la financiación irregular del PP y en los que acusa a los dirigentes, incluido Mariano Rajoy, de haber cobrado en negro. Era la primera respuesta después de que las comisiones rogatorias en manos del juez demostraran la existencia de las cuentas millonarias en Suiza.
El proceso judicial se complicó a partir de ese momento para los Bárcenas-Iglesias. Además, la Policía desmontó su teoría del negocio de la venta de arte al emitir un informe en el que acusó a Luis Bárcenas de viajar a Argentina para llegar a un acuerdo con la falsa marchante de arte, Isabel Mackinlay, para elaborar un falso documento de compraventa que apoyara la coartada de su esposa.
Fondos de la caja B del PP en sus cuentas
Buena parte de las pesquisas de Ruz se han centrado en las cuentas de Rosalía Iglesias. El último hallazgo de Hacienda es que la esposa del extesorero del PP pudo recibir fondos de la caja B del PP: los interventores del Estado han hallado una posible correlación entre tres salidas de dinero anotadas en los 'papeles de Bárcenas', correspondientes a 2004, 2005 y 2006, e ingresos a su nombre en una sucursal de Bankia.
Ese fue el leitmotiv para que el magistrado Pablo Ruz volviera a citar a Rosalía Iglesias para declarar después de su marido. Otra de las sospechas que pesan sobre ella es la identidad de los titulares de la cuenta en la que ingresó un cheque por importe de 149.000 euros.
Por el momento, la única medida que ha tomado el juez contra ella, aparte del bloqueo de sus cuentas que le obligan a vivir con unos 300 euros al mes, es la imposición de una fianza civil de seis millones de euros para afrontar las responsabilidades pecuniarias ante una eventual condena por los delitos por los que está imputada: fraude fiscal, cooperación en delito de blanqueo de capitales, falsedad documental y tentativa de estafa procesal. En septiembre, el juzgado embargó todos sus bienes.
El poder de Rosalía en el PP
Iglesias no era ajena a lo que sucedía en Génova 13. Trabajó como secretaria de Jorge Verstrynge en Alianza Popular antes de casarse con Bárcenas. El propio Mariano Rajoy intercambió SMS con ella, tal y como reveló El Mundo. El ahora presidente del Gobierno agradeció el apoyo a Iglesias la madrugada del 23 de mayo de 2011, después de que el PP arrasara en las elecciones municipales y autonómicas: “Rosa, gracias, eres un encanto. Yo estaré ahí siempre, al final la vida es resistir y que alguien te ayude, tampoco hacen falta muchos”.
Tan solo cuatro meses después, el líder del PP celebró que el juez levantara la imputación del extesorero del partido: “Muchas felicidades, Rosa. Esperemos todo se confirme. Un abrazo a ti y a Luis. Mariano”.
Otro SMS demuestra la cercanía de Rosalía Iglesias en el entorno laboral de su esposo. Fue ella quien reclamó -al estallar el caso Gürtel- a la secretaria de Bárcenas en Génova las agendas del extesorero, que acreditarían las citas que mantuvo durante años con los supuestos donantes irregulares de la formación. “Querida Estrella, necesito por favor que me hagas llegar las agendas personales de Luis, él te las dio antes de todo, con lo cual no te compromete a nada, dime dónde las pueden recoger, mil gracias, un beso fuerte”, expresó en un mensaje enviado a Estrella Domínguez.
“Rosalía, siento decirte que ya no las tengo”, respondió la aún trabajadora de Génova. “Estrella, qué quieres que te diga, me parece fatal, eso era de Luis que confiaba en ti, y no estaban en el partido, qué pena”, fue la respuesta de la esposa del exgerente.
Las agendas y dietarios no están en la sede del PP. La secretaria confesó ante el juez Ruz que las destruyó a finales de 2012 -muy poco antes de que estallara el 'caso Bárcenas'-. Luis Bárcenas tiene una copia de esas agendas y ha manifestado su intención de hacer cualquier cosa si su mujer sale mal parada en este proceso.