Vox ha enviado a sus afiliados las cuentas anuales de 2023 en las que se descubre que durante ese año –en el que Vox afrontó su gran batacazo electoral en las generales de julio– han contado con un patrimonio neto de 6,8 millones de euros, con un saldo de tesorería de 2,5 millones de euros.
También disminuyeron sus ingresos por cuotas de los afiliados, porque aunque el partido tiene registrados cerca de 67.000, solo 35.000 están al corriente de pago, lo que suponen unos ingresos de 4.579.033 de euros por este concepto.
Según la cuentas presentadas –y que Vox aún no ha subido a su Web– se deduce que en comparación con el año anterior, el partido perdió unos dos millones de euros en ingresos. Además, Vox donó 3,5 millones de euros a la Fundación Disenso, según consta en el documento al que ha tenido acceso esta redacción. elDiario.es ya desveló el sistema de transferencias sistemáticas que ha ido haciendo en los últimos años la formación ultra a su Fundación de la que Abascal es su presidente.
Las cuentas, que los afiliados pueden votar online hasta el viernes, cuando serán aprobadas definitivamente en una Asamblea General Ordinaria, y que Vox presume de que han sido auditadas por una empresa “independiente” y sometidas además al estudio del Tribunal de Cuentas, desvelan lo que cobra Abascal y la cúpula del partido: 54.000 euros cada uno, lo que supone un total de 646.000 euros en sobresueldos para algo más de una docena de miembros de la dirección, que por otro lado no se especifican en la contabilidad.
Previamente, el secretario general del partido, Ignacio Garriga, envió una carta a los afiliados con un resumen económico realizado por el tesorero de Vox, Pablo Sáez, para exponerles la situación financiera del partido y detallarles la cuenta de resultados, con los ingresos y gastos del ejercicio 2023. En ese resumen, el tesorero les aclara que “durante el ejercicio 2024, el Partido ha cobrado como anticipo el 81% del importe de las elecciones municipales y ha reembolsado 1,8 millones de euros de parte de la financiación asociada a las mismas”. “También se han cobrado parte de los importes correspondientes a las elecciones autonómicas, los consells y los cabildos. No se ha cobrado ninguna cantidad correspondiente a las elecciones generales”, añade.
Algunos de los estos afiliados han protestado por no haber recibido hasta esta misma tarde las cuentas auditadas, y han señalado a esta redacción que es “inaudito” que el partido ahora les pida “votar online un documento a toda prisa” sin que pueda exponer sus dudas.
Vox ingresó el año pasado 13 millones de euros de las administraciones públicas en concepto de gastos electorales reembolsables, pero a esto hay que restar los nueve millones de deudas que contrajo con entidades de crédito para hacer frente precisamente a los procesos electorales de 2023, un año en el que el partido perdió nada menos que 19 diputados en el Congreso. Precisamente por esta merma de diputados y, por lo tanto, pérdida de subvenciones públicas, la formación de extrema derecha tuvo que hacer frente a recortes y despidos, lo que disparó el gasto de personal e indemnizaciones, que, según se desvela, fue en 2023 de 4,8 millones de euros, cifra que supera a los ingresos por cuotas de afiliados.
La formación de extrema derecha también tuvo una nada desdeñable partida presupuestaria para litigios de diversa índole, para los que provisionó unos fondos por valor de 561.000 para hacerles frente, cifra que Vox incluye en el concepto de “resultados negativos extraordinarios”.