La Cumbre Social, formada por los sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT) y otros 150 colectivos, ha anunciado un calendario de movilizaciones para este otoño debido el “empeoramiento de la situación económica, política y social”. Concretamente, el próximo 7 de octubre tendrá lugar una concentración por el trabajo decente y en contra de la precariedad. Las protestas continuarán el día 17 del mismo mes, coincidiendo con la Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
Desde el foro pretenden internacionalizar las protestas. De esta manera, la cita más importante será la de noviembre en contra de las medidas de austeridad impuestas desde la Troika. Aunque aún no se ha concretado la fecha, los convocantes aseguran que se hará en el marco de la Confederación Europea de Sindicatos. Respecto a la posible convocatoria de una huelga general, Ignacio Fernández Toxo, Secretario General de CCOO, ha asegurado que todavía no están en condiciones de especificar qué tipo de movilización van a llevar a cabo. En este sentido, ha afirmado que lo más importante es “conciliar nuestras propuestas con las deliberaciones en el ámbito europeo”.
La Cumbre Social se constituyó hace 14 meses con la vocación de unir fuerzas frente a los recortes y la pérdida de derechos. Más de un año después, sus miembros lamentan que la situación haya empeorado. Boti García, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, asegura que “el horizonte que se nos ofrece es aún más negativo. No sólo está en juego una cuestión económica sino una de derechos”. Así, el objetivo para este año pasa por “renovar nuestro compromiso con el debate y la movilización democrática”.
Los presupuestos del “estancamiento” y de la “resignación”
Gran parte de la presentación del encuentro se saldó con el rechazo a los últimos presupuestos presentados por el Gobierno por parte de los organizadores. “Estos no son los presupuestos de la recuperación, son los presupuestos de la resignación. El Gobierno los ve como inevitables pero sólo conducirán a un proceso de estancamiento”, ha enfatizado Cándido Méndez. El líder de UGT también ha lamentado que no se ofrezca “ninguna expectativa de recuperación de empleo” y que se prosiga por la vía de los recortes, los cuales “no sirven para reducir el déficit”.
Por su parte, Toxo ha criticado que el Gobierno asegure que los presupuestos vayan a servir para generar empleo ya que “es algo que no se corresponde con la realidad” y denuncia que “la distribución de la riqueza sea cada vez más injusta. Por ello es imprescindible que se reconsidere el proyecto de presupuestos”. Como alternativa, Toxo apunta a un plan de inversiones públicas y una política “al servicio de las personas”. Para Julio Salazar, de USO, “el austericidio sigue siendo su espina dorsal”. Ello conduciría a España a un largo periodo de sufrimiento: “lo peor de la guerra siempre es la posguerra”.
Junto a los recortes en materia de dependencia, investigación o partidas por desempleo, las cifras contempladas en los presupuestos apuntan hacia la subida de las pensiones en un 0,25%, el mínimo previsto en la reforma del Gobierno. Para Cándido Méndez “casa muy mal con la voluntad que el Gobierno esgrime a la hora de mantener el diálogo en el marco del Pacto de Toledo”, dado que ellos solos “han determinado el desenlace”.