Todos los datos que explican el resultado de las primarias del PP y por qué nada está decidido
La primera vuelta de las primarias del Partido Popular deja un sabor agridulce a la candidata más votada, Soraya Sáenz de Santamaría. Por un lado, se impone por 1.546 votos al actual vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado. Sin embargo, lo ajustado del resultado vaticina una batalla encarnizada de los dos candidatos de aquí al Congreso, que se celebrará los próximos días 20 y 21 de julio.
Aunque la pelea por liderar el primer partido de España ahora se reduce a los dos primeros candidatos, hasta seis dirigentes se presentaron a esta primera vuelta. Sáenz de Santamaría, Casado y Dolores de Cospedal, los que se repartieron el 97% de los 58.000 votos emitidos. La primera vuelta deja un mapa interno del partido dividido en tres áreas principales.
Por un lado, la exvicepresidenta del Gobierno consigue la mayoría de su fuerza interna en las comunidades del sur, el interior peninsular y la cordillera cantábrica. Casado se queda con la zona del noroeste y Madrid. Cospedal es la más votada en su feudo, Castilla-La Mancha y en Galicia.
A grandes rasgos, los tres principales candidatos a presidir el PP – Soraya Sáenz de Santamaría, Pablo Casado y María Dolores de Cospedal– ganan en sus propios territorios y consiguen victorias personales en al menos dos comunidades cada uno.
La vencedora de la primera ronda, Sáenz de Santamaría, gana en Andalucía (Huelva y Málaga, las provincias donde ha obtenido un mayor apoyo, con más del 70% y el 80% de los votos respectivamente), buena parte de Castilla y León, País Vasco y Cantabria. En la Comunidad Valenciana, una de las más castigadas por la corrupción del partido, también se hace con la victoria. En Canarias, el apoyo se ha dirigido mayoritariamente hacia la exvicepresidenta.
Por su parte, Casado ha sido el ganador en su casa, Ávila, provincia por la que es diputado, y en zonas estratégicas como Madrid (54% de los votos) y Catalunya. Además, ha obtenido el apoyo mayoritario de Murcia, Navarra e Islas Baleares, y de buena parte de Aragón, así como de provincias como Badajoz, Palencia y Castellón.
Dolores de Cospedal, la tercera en discordia y que no pasará a segunda ronda en estas primarias, ha ganado con holgura en su feudo, Castilla-La Mancha, y fue la más votada en Galicia, controlada por el presidente Alberto Núñez Feijóo. Como expresidenta de Castilla-La Mancha, Cospedal obtuvo el 65% de los votos en su territorio, algo menos que en Asturias (49%) y que en la zona de influencia de Feijóo (39%), que el pasado mes de junio decidió no postularse como candidato a las primarias a dirigir el PP.
Aunque el voto de los militantes importa, son los 3.184 compromisarios los que tendrán la palabra final en las primarias de la formación conservadora. Mientras que en la primera vuelta solo votan los militantes que estén al corriente de sus pagos, en la segunda vuelta habrá territorios con mayor volumen de votantes que tengan menos capacidad para decidir.
Esto es así porque el número de compromisarios que votará en el Congreso extraordinario del 20 y 21 de julio−3.184 en total, de los cuales 2.612 son electos, 522 son miembros natos, 40 del partido en el exterior y 10 de la Comisión Organizadora− se decidió sobre los afiliados de los que en teoría dispone el partido y no según las personas que se inscribieron para votar.
Esto significa que hay muchas diferencias entre el porcentaje de votantes que tiene cada comunidad autónoma y el porcentaje de compromisarios que elegirán a los candidatos en la segunda vuelta.
Con los datos de la primera vuelta se han destapado las desigualdades en el reparto de los 2.612 compromisarios electos entre las comunidades autónomas. Galicia, Catalunya, Canarias y Extremadura son las más beneficiadas en la comparación entre el porcentaje de compromisarios y el porcentaje de militantes que realmente votaron en la comunidad.
Madrid, en la otra cara de la moneda, es la más perjudicada. Apenas cuenta con el 8% de los compromisarios a pesar de que sus militantes suponen el 14% de los votos emitidos en la primera vuelta. La Rioja y Baleares son las otras dos autonomías más infrarrepresentadas en el reparto.
Los resultados de estas primarias, además, no dejan en muy buen lugar en democracia interna al partido más votado en las anteriores elecciones generales. En números totales, apenas 58.000 militantes acudieron a las urnas para elegir a su nuevo líder. Una cifra bastante menor en comparación con los procesos internos de PSOE y Podemos.
Susana Díaz quedó segunda en las primarias socialistas de 2017 con 59.041 votos. Casi mil votos más que la suma de todos los militantes populares que acudieron a votar en las primarias. Sáenz de Santamaría, la vencedora de la noche, consiguió 21.513 votos. Pedro Sánchez alcanzó los 74.000 sufragios en 2017. Pablo Iglesias, en Vistalegre II, 128.700 votos.