Hay imágenes que hacen daño a la vista. Una de ellas fue la que abrió este jueves la IV edición del prestigioso Foro La Toja. Un puñetazo a los ojos, un insulto a la estadística y una ofensa a la inteligencia de la mitad de la población. Ni una mujer en la fotografía inaugural. El rey, el ministro de Exteriores, el presidente de la Xunta, el expresidente Rajoy, el jefe de la oposición, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Seguridad, el exministro Piqué… Ni rastro de representación femenina en una segunda fotografía de autoridades y patrocinadores del que ya se ha consolidado como un lugar de encuentro para la reflexión y el debate en profundidad de los retos de nuestro tiempo que supera el marco nacional.
El Foro La Toja vuelve a tropezar con la misma piedra que en ediciones anteriores y desatiende las llamadas de atención de sus propios ponentes. Hace ya dos años que Josep Borrell afeó a los organizadores, con su ironía habitual, la aplastante representación masculina de los ponentes. “Gracias por considerarme parte de las 40 o 50 mentes más ilustres del país. Pero aquí debe de haber un error estadístico porque la capacidad de ilustración mental debe estar estadísticamente distribuida por partes iguales entre hombres y mujeres, no creo que eso quede perfectamente reflejado en la composición de género de este acto”, espetó ante los asentimientos de los ilustres de la primera fila. “Estoy seguro de que en el futuro la capacidad mental de las mujeres estará igualmente presente en actos como este”, confió el alto representante de la UE.
Al año siguiente, en 2021, sería el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien afirmara: “En el #ForoLaToja2021 se habla de futuro. Por ello, resulta imprescindible y apremiante que aumente la presencia femenina en esta cita. Porque no hay futuro sin mujeres. Porque la verdadera diferencia entre el pasado y el futuro es la ausencia y la presencia de las mujeres”. Ni por esas. El cartel de los próximos tres días incluye solo 12 mujeres de 35 ponentes, un 35%.
Lejos del ruido ambiental de la política, la isla gallega acoge cada año debates en los que participan políticos, empresarios y pensadores que ayudan a entender la complejidad de un mundo de incertidumbres en el que las mujeres al parecer tienen escasa cabida. Tanto es así que en esta edición uno de los patrocinadores habituales hizo saber al “ideólogo” del Davos gallego, el presidente del Grupo Hotusa, Amancio López Seijas, que el año próximo no contaría con su presencia si se repetía una imagen tan “bochornosa” como la que abrió las jornadas. Nadie alzó, sin embargo, la voz contra las limitaciones de movimiento a los medios de comunicación “para mantener la intimidad” de los ponentes (sic).
La inauguración este año , que tuvo como eje principal la guerra de Ucrania, volvió a correr por cuenta del rey, que expresó la “rotunda condena” de España tanto a la agresión como a las “pretensiones” de Rusia con su invasión y ratificó el pleno respaldo al pueblo ucraniano, del que elogió su “heroica resistencia”. Precisamente este año el Foro La Toja-Vínculo Atlántico ha concedido su premio anual al pueblo ucraniano, que recibió el embajador en España, Serhii Pojoreltsev, de manos del monarca.
El oyente Feijóo y su habilidad para esquivar a la prensa
“La heroica resistencia del pueblo ucraniano no se puede entender solamente como una estricta defensa de su territorio. Es la contienda por una sociedad democrática y abierta. Por la suya y también por la de todos los que creemos en el valor de la democracia y la libertad”, afirmó Felipe VI, el único participante que tuvo a bien mantener una conversación informal con los “plumillas” acreditados para la ocasión. Feijóo, que estaba por allí de oyente ya que su intervención está prevista para este viernes, esquivó a la prensa con su habitual habilidad. Y lo mismo hicieron el resto de participantes. Unos, por convicción propia. Y otros, por el empeño de quienes les asesoran.
El monarca, que reivindicó la OTAN y que la UE asuma más responsabilidades en Defensa, se detuvo también en las consecuencias del conflicto bélico en materia económica y destacó sobre todo “los procesos inflacionistas desconocidos desde hace décadas”. Luego, llamó la atención sobre la extensión de las guerras de la actualidad fuera de los marcos “clásicos” con nuevas armas y campos de batalla como la “desinformación” y la ciberseguridad y apeló a reflexionar sobre el papel de América Latina, que atraviesa, a su juicio, “profundos cambios sociales y políticos” pero que debe mantener su vínculos con los países del otro lado del Atlántico.
Tras Felipe VI, el ministro de Asuntos Exteriores, en conversación con su homólogo ucraniano, Dimitro Kuleva, prometió que España alzará su voz frente a los planes del presidente ruso, Vladímir Putin, de anexionar parte del territorio ocupado en Ucrania. Luego reiteró que el Gobierno español no da crédito a los referendos ilegales celebrados en las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia por parte de las fuerzas ocupantes rusas y que nuestro país seguirá como hasta ahora brindando apoyo financiero, militar y humanitario al país, además de apoyar al Tribunal Penal Internacional (TPI) para que pueda juzgar en el futuro “a los responsables de crímenes de guerra”.
“Los próximos meses van a ser complicados pero debemos permanecer juntos y rechazar esta guerra ilegal”, reivindicó el jefe de la diplomacia española durante esta primera jornada en la que se puso de manifiesto el apoyo, sí, al pueblo ucraniano, pero también que hace falta reivindicar aún la representación de la mujer en los espacios de pensamiento y debate. Pero de esto, claro, no habló nadie.
Este viernes está previsto, lo que ya se conoce como un clásico del Foro La Toja, la conversación entre los expresidentes del Gobierno Felipe González y Mariano Rajoy. La isla fue hace cuatro años el principio de una “bonita amistad” entre ambos nostálgicos del bipartidismo.