El presidente de la televisión de Castilla y León admite al juez haber estado en reuniones donde se habló de mordidas
Lleva 30 años trabajando para el constructor y propietario de medios de comunicación José Luis Ulibarri, pero Miguel Hernán Manovel parecía no enterarse de nada. Detenido el 3 de julio junto al resto de integrantes de la trama de amaño de contratos públicos en toda España, su primera llamada, autorizada por la Policía mientras registraban su casa, fue a él, a su jefe, que no descolgó el teléfono. En ese mismo momento, agentes de la UDEF también tenían detenido a Ulibarri y buscaban pruebas de la trama Enredadera en su vivienda de Madrid. Es parte de la información que contienen los tomos de la pieza de Badalona que permanecían bajo secreto hasta hace unos días.
La declaración ante el juez de Manovel, aunque cauta, sí dejó al descubierto algunas prácticas sospechosas. De otras que negó hay suficientes pruebas en los pinchazos telefónicos de este voluminoso sumario. La mano derecha de Ulibarri en los medios de comunicación tiene 27 cargos activos en las empresas del que es considerado cabecilla de la organización criminal. Era, claramente, su hombre de confianza en las sociedades. Actualmente preside Radio Televisión Castilla y León (RTVCyL), la empresa que Ulibarri gestiona a medias con su rival burgalés, Antonio Miguel Méndez Pozo, y que financia el Gobierno de Castilla y León con 18 millones de euros cada año.
Un empresario “de toda la vida”
Manovel describe a su jefe como una persona, uno de los magnates de la región, como “un empresario de toda la vida”, según precisó al juez en su declaración. “Es el presidente del periódico de referencia en León (Diario de León), conoce casi al 100% de los alcaldes”, “es persona influyente en el lugar”, dijo su subordinado, que se mostró escéptico sobre los hechos que llevaron a su detención: “Me extraña mucho lo que está pasando aquí. José Luis está imputado en Gürtel, yo gestionaba una empresa con beneficios de muchos millones (Begar) y con este caso se vino abajo, José Luis se ha quedado sin nada”.
¿Qué explicó este hombre al juez sobre la alianza de Ulibarri con Gespol para vender software de multas a ayuntamientos y diputaciones? Apenas nada. La empresa que usaban Ulibarri y Ángel Luis García para presentarse a concursos en una unión temporal de empresas (UTE) con Gespol, era Utebo, y, según explicó, Manovel ni era administrador ni tenía poderes.
Ni siquiera fue capaz de asegurar al juez el objeto social de la mercantil. Aún así, él se encargaba de buscar negocios para esta empresa, y estudiaba los concursos públicos. Aunque en los pinchazos telefónicos se hablaba de los pliegos –la teoría de la investigación es que a veces los políticos les adelantaban la documentación de los concursos que iban a sacar y otras veces directamente dejaban que los elaborasen los hombres de Ulibarri- aseguró que no tenía capacidad para analizarlos por carecer de experiencia en el sector. Se trataba de un sistema de pacificación del tráfico mediante multas y radares para colocar en distintas administraciones públicas.
Manovel desgranó durante el interrogatorio el ámbito de las empresas de Ulibarri, de servicios sociosanitarios, residencias para mayores y servicio de acompañamiento escolar. Utebo necesitaba ir acudir a estas adjudicaciones para el control del tráfico con otra empresa. La pregunta del juez era obvia ¿qué aportaba Utebo a la firma que sí tenía experiencia en el sector? Según Manovel “se encargaría del cobro ejecutivo de las multas, gestionaría personas”. ¿Tenía experiencia en cobro de multas? La explicación de Manovel fue que esta “se adquiere con la práctica”. Las respuestas dadas convencieron tan poco al instructor que llegó a preguntarle si acaso Utebo era “una oenegé”.
El hombre fuerte de Ulibarri, detenido cuando se precipitó la operación antes del verano y en prisión hasta mediados de septiembre, justificó que sólo se habían presentado a tres concursos, uno de ellos, el de San Andrés del Rabanedo no era de gestión de multas sino de alumbrado público, pero lo perdieron. (Luego llegaron a un acuerdo para que el adjudicatario renunciase y fuese subcontratado por ellos).
Sobre información de pliegos dijo que no se trataba de información privilegiada si alguien le decía que lo iban a preparar. Sobre los contactos políticos, asegura que Ángel Luis García tenía buena entrada en los ayuntamientos, que “lo conocen todos”, cosa que García ha desmintido al juez en su declaración.
Pago de comisiones y órdenes para no adjudicar
Aunque Manovel alegó que supo de Sadat Maraña (asesor de Ciudadanos que supuestamente les daba información de concursos e influía políticamente) cuando fue detenido, sí reconoció al juez que en algunas reuniones de Utebo se había hablado del pago de comisiones a políticos y funcionarios, que él no se manifestó al respecto, y que son cosas que le “suenan raras”. “Cuando se habla de esos temas me surge la duda de que esas cosas sean verdad”.
El sospechoso contrato de Etralux fue otro de los temas tratados en la declaración de Manovel. Se trata de un concurso que convocaba el Ayuntamiento de León en el que iban a ir en UTE Etralux (del Grupo ACS), Utebo y Gespol. Sin embargo, los representantes de Etralux dijeron que Florentino Pérez, el responsable del grupo. no quería estar en ningún concurso con Ulibarri, dada su condición de imputado en Gürtel.
En las llamadas pinchadas por la policía Ulibarri pide a cambio el 4% de la facturación, mientras que Etralux sólo quería pagar el el 2%. Ulibarri, según los investigadores, se encargó de que el concurso no se adjudicase.
Se trata de un asunto central del sumario porque apoya la teoría esgrimida por el juez y la policía de que Ulibarri no sólo amañaba concursos en los que él participaba, sino que hacía de conseguidor para otras empresas a cambio de comisiones.
El juez preguntó por una llamada que no aparece en la causa –quizás forme parte de una pieza secreta- de Ulibarri al concejal Fernando Salguero, que no está imputado, para dar la orden de que no se les adjudicase el concurso. Manovel dice desconocerlo. ¿Tenía José Luis influencia para tener contratos de este tipo?, insistió el juez. “Me extraña que José Luis plantee cosas así. Hace 30 años que nos conocemos, es verdad que yo sería su mano derecha, su asesor. Él quiere que dé todo lo que tenga, confía mucho en mí, pero no somos amigos. Para mí es un empresario”. Su sueldo, dijo, asciende a 5.000 euros mensuales.
Su mano derecha en los negocios defendió que Ulibarri se retiró de sus empresas y dio entrada a sus hijos, de los que Manovel dijo depender y recibir órdenes ahora y de cuya legalidad no duda. “ En estos 30 años no he tenido problemas en ese sentido”, declaró.
En la declaración también se abordó la relación entre Ulibarri y García, que según Manovel, fue empeorando: “Tengo la sensación de que José Luis y Ángel Luis trabaron amistad en el momento de poner en marcha las sociedades y progresivamente no le gustaron las formas y maneras de Ángel Luis”, dijo.
Manovel salió en libertad con cargos tras prestar declaración judicial. Hasta el momento, sigue presidiendo la Televisión de Castilla y León, un canal de televisión privado que financia el Gobierno de Juan Vicente Herrera.