Asuntos Internos detiene a la mujer del comisario Villarejo y se incauta de material en la celda del policía

Agentes de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional han detenido este viernes a Gemma Alcalá, la mujer del excomisario del cuerpo José Manuel Villarejo, dentro de una pieza que permanece secreta de la treintena que componen la causa, informan fuentes del caso. Alcalá ya era investigada en varias piezas de de Tándem antes de su arresto de hoy.

Fuentes de la investigación han indicado este viernes a Efe que, además, han sido detenidas otras personas del entorno del excomisario, en una operación coordinada por la Fiscalía Anticorrupción. Alcalá, periodista de profesión, ha sido detenida en Madrid, en tanto que el resto de los arrestos se han producido fuera de la capital, han precisado las mismas fuentes.

El operativo ha incluido el registro de la celda del comisario en el módulo para funcionarios policiales de la cárcel de Estremera, donde Villarejo se encuentra en prisión provisional desde su detención, en noviembre de 2017. Fuentes próximas a la investigación han informado a elDiario.es de que los agentes de Asuntos Internos se han incautado de material en la celda de Villarejo. El comisario encarcelado ha protagonizado un incidente durante el mismo al reaccionar de manera muy alterada al mismo.

Una petición de 50 años de cárcel

Gemma Alcalá está investigada en el caso Villarejo desde el comienzo de la operación. En una de las piezas para las que el juez ya ha dictado apertura de juicio oral, la periodista se enfrenta a una petición de 50 años de cárcel por parte de la Fiscalía Anticorrupción. Se trata de la pieza Iron en la que la “organización criminal” del policía habría cometido varios delitos por encargo de un despacho de abogados enfrentado a otro.

Además, Gemma Alcalá se sentará en el banquillo en una causa ajena al caso Villarejo, pero en la que también está procesado su marido. Se trata del espionaje a otro comisario y a miembros del CNI durante una reunión del caso del Pequeño Nicolás a través de un dispositivo de espionaje colocado presuntamente en el teléfono móvil de uno de los policías