El hombre, Carlos Salgado Allaria, se ha puesto en contacto con Europa Press y ha explicado que no fue detenido y que la niña es su hija, sobre la que tiene patria potestad pese a que fue secuestrada por su madre hace dos años. Salgado ha asegurado que se encuentra ya de vuelta en España después de que la Policía de Kirguistán le invitara a marcharse sin la niña.
El arresto, según la agencia de noticias de Kirguistán Kabar, tuvo lugar el 1 de mayo en un puesto de control en Akzhol, en la frontera de Kirguistán con Kazajistán. El ciudadano español fue interrogado por los agentes fronterizos en el control de pasaportes.
Durante el interrogatorio, a juicio de los agentes, se comportó de forma sospechosa, se puso nervioso y levantó sus sospechas porque declaró que ni él ni la niña hablaban ruso y luego la menor le respondió a uno de ellos que sí que conocía el idioma. Los agentes hicieron entonces unas comprobaciones y constataron que la madre de la niña había denunciado su desaparición.
Las autoridades kirguisas han dicho que el hombre, nacido en 1968, responde a las iniciales de S.C.F. El hombre, al que se le ha denegado su derecho a salir del país, ha pasado a estar bajo custodia en dependencias del Ministerio del Interior kirguís.
SECUESTRADA
Sin embargo, Salgado ha explicado que no fue detenido y que no hizo nada ilegal, puesto que solo intentó salir del país con su hija, sobre la que tiene patria potestad y la custodia en exclusiva.
“Falló un visado de salida y por eso no pudimos salir”, ha relatado Salgado en declaraciones a Europa Press. Salgado ha explicado que la niña fue secuestrada por su madre hace dos años y llevada a Kirguistán, por lo que hace dos meses finalmente decidió irse él mismo al país ceotroasiático para intentar que se ejecutaran las sentencias.
Sin embargo, las autoridades no le hicieron ningún caso a pesar de que la madre de la niña tiene una orden de busca y captura de Interpol por el secuestro. Salgado decidió recoger a la niña, de 11 años, en el sitio en el que jugaba al tenis y se dirigió a la frontera.
“Me hicieron un montón de preguntas, entre ellas cuándo entró la niña en el país. Fue hace dos años, ahí sí que fue un secuestro”, se ha lamentado. Sin embargo, los agentes de fronteras le retuvieron porque les faltaba el visado de salida. “Me llevaron a la policía y me invitaron a marcharme del país sin la niña. No me dejaron llamar a la Embajada” española, ha denunciado.