El primer ministro belga, el socialista francófono Elio Di Rupo, dijo hoy que se siente “orgulloso” de la “modernidad” de Bélgica, donde el matrimonio homosexual está autorizado desde 2003.
“Estoy orgulloso de la modernidad de nuestro país, donde todas las parejas tienen derecho a casarse”, afirmó en la red social Twitter el primer ministro, que a mediados de los años noventa reconoció públicamente su homosexualidad.
Las palabras de Di Rupo son una reacción a la multitudinaria manifestación celebrada en París el pasado domingo contra el proyecto de ley que prepara el Ejecutivo liderado por el socialista François Hollande para permitir las bodas gais.
Cientos de miles de personas desfilaron en la capital francesa, con el objetivo de forzar al Gobierno francés a dar marcha atrás en su proyecto de ley del matrimonio y adopción homosexual, que llegará al Parlamento a finales de mes.
En Bélgica la adopción por parte de las parejas homosexuales también es legal desde 2006.