Más número de lectores frente a una caída de las ventas del veinte por ciento. Estas son las consecuencias prácticas de la crisis en el mundo del libro, que el próximo martes celebra su Día Internacional entre las críticas de los editores por la falta de medidas ante las descargas ilegales en Internet.
La entrega al veterano escritor José Manuel Caballero Bonald, de 86 años, del Premio Cervantes, tras una vida dedicada a la literatura, marcará la agenda del próximo 23 de abril, Día Internacional del Libro, en un acto con cuyo protocolo y solemnidad el poeta, novelista y ensayista se reconoce “bastante abrumado” y del dice, irónicamente, que espera “salir ileso”.
En su discurso, el momento más esperado de la solemne ceremonia en la Universidad de Alcalá, el escritor hablará, en presencia de los Príncipes de Asturias, de la poesía de Cervantes, “tan apresuradamente infravalorada”, y “de sus vínculos con la libertad”, pero también se referirá “al valor consolador de la poesía”, que ayuda -dice- “a defenderse contra las ofensas de la vida”.
La entrega del Premio Cervantes será, sin duda, el acto más importante del Día del Libro aunque no el único, en una jornada simbólica en la que se conmemora el aniversario de la muerte de tres “grandes” de las letras: Cervantes, Shakespeare y Garcilaso de la Vega.
Entre las actividades previstas destacan las firmas de libros por parte de escritores en distintos puntos de la geografía española, unos encuentros con el público en los que participarán, entre otros, autores como Luis del Val, Javier Reverte, Lorenzo Silva, Javier Fernández Panadero, Carmen Guaita o Emilia Landaluce.
Un clásico de esta jornada es el “bookcrossing”, una acción de retirada y traspaso de libros de forma gratuita en la que los ciudadanos pueden participar en los días previos y posteriores al 23 de abril promovida por distintos organismos culturales de todo el país.
Con el “bookcrossing”, cada uno de los ejemplares repartidos cuenta con una etiqueta en la que se explica cómo registrar el libro en la página web de la entidad organizadora del evento.
Otras instituciones, como el prestigioso Instituto Cervantes, se suman en esta ocasión al deseo de la Unesco de fomentar la lectura y la protección de la propiedad intelectual con distintas actividades en sus centros repartidos por todo el mundo, en las que no faltarán las lecturas, concursos fotográficos y literarios y exposiciones.
Su sede central de Madrid celebrará la jornada con un homenaje al último Premio Cervantes, Caballero Bonald, a través de una selección de sus obras.
“Leer para Vivir” es la frase con la que se celebra esta edición del Día del Libro, en la que la Biblioteca Nacional de España celebrará, como es habitual, una Jornada de Puertas Abiertas (el día 27, el sábado más próximo a la celebración) con los trabajadores de la institución como guías voluntarios para enseñar a los visitantes sus instalaciones.
Entre las iniciativas curiosas que se celebrarán por todo el país destaca la que ha organizado la asociación de amas de casa de Almendralejo (Badajoz), que elaborará recetas gastronómicas en las que aparecerá la figura de Don Quijote.
La diada de Sant Jordi, una de las fechas más señaladas del calendario catalán, llega este año más llena que nunca de iniciativas solidarias para ayudar a quienes más lo necesitan en los actuales tiempos de crisis.
Rosas solidarias para acompañar a los ancianos que viven solos, pulseras de Sant Jordi para recaudar fondos para un hospital, venta de rosas para fondos humanitarios o iniciativas para reciclar libros usados son algunas de las propuestas que impulsan asociaciones y ONGs, más necesitadas que nunca de apoyo ciudadano.
Como reflejo de la tendencia a nivel nacional, el consumo de libros en Cataluña creció durante 2012 un escaso 1,2 por ciento, aunque el número de ventas bajó en torno al diez por ciento, evolución que se ha mantenido en el primer trimestre de 2013.
Según los datos del Gremio de Libreros de Cataluña, obtenidos del último Barómetro de la Comunicación y la Cultura, en la jornada de Sant Jordi se prevé la venta cercana al 1,5 millones de ejemplares y una facturación de unos 18 millones de euros.
La misma tendencia se confirma en todo el país, según la cual el porcentaje de lectores de libros en España alcanza ya al 63 por ciento de la población, aunque ese aumento no se corresponde con una subida de las ventas de libros sino con un descenso del 20 por ciento en los últimos cuatro años, según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros de 2012.
Asimismo, frente al incremento de lectores en soporte digital, aquellos que pagan por la descarga legal de las obras han descendido en un 32 por ciento, lo que ha ocasionado la amarga queja de los editores y libreros por la “enorme relajación” que existe ante los “malversadores de elementos culturales” y por la “ineficacia” de la Comisión de la Propiedad Intelectual puesta en marcha hace un año.
El Día del Libro tratará de paliar la negativa situación económica de un sector que, inevitablemente, precisará renovarse y clarificar su futuro si no quiere verlo seriamente amenazado.