La dimisión de Íñigo Errejón es una bomba de racimo que impacta en todas las capas posibles a Sumar. La ejecutiva inició una investigación cuando fue consciente de las denuncias anónimas que atribuían a su portavoz en el Congreso comportamientos machistas. Pero el caso deja muy tocada a la alianza de izquierdas en general y obliga a una nueva reestructuración del grupo parlamentario. Sumar pierde a su principal referente parlamentario y deberá buscar entre sus filas a una nueva voz, la tercera en poco más de un año de legislatura.
Errejón se introdujo en la órbita de Sumar en las negociaciones para la coalición de las elecciones del 23 de julio. Con un papel discreto al principio de la legislatura fue ganando peso en el grupo parlamentario hasta que Yolanda Díaz lo eligió portavoz tras la salida de Marta Lois. Su papel también fue creciendo en la parte orgánica de la coalición y del partido, primero con su participación en la ponencia política de la asamblea y después con los cuadros que trajo de Más País y terminó integrando en el proyecto de la vicepresidenta segunda.
Desde entonces, Errejón se había convertido en el principal referente de la coalición en el Congreso. A su rol como portavoz acompañaba la negociación con los grupos parlamentarios y el liderazgo en buena parte de las decisiones que terminaban consensuándose dentro del grupo. Esta misma semana había protagonizado un giro estratégico negociando con el PP un intercambio de apoyos para sacar adelante una iniciativa propia.
Es por eso que su salida, más allá de las evidentes repercusiones políticas y éticas que implica, deja un gran agujero a Sumar que tendrá que analizar ahora cómo lo reemplaza. La discusión se dará en los próximos días porque la prioridad en estas últimas horas ha sido la gestión de la crisis. Desde que en el seno de la coalición conocieron las denuncias que supuestamente lo implicaban iniciaron una investigación.
La llamada de Yolanda Díaz
Después de que Errejón admitiera que los mensajes anónimos hablaban de él y contaban la verdad, varios partidos de la coalición fueron presionándolo para que dimitiera. El ruido interno fue creciendo hasta que la propia Yolanda Díaz lo telefoneó, aunque la decisión era ya irreversible.
“Tras las informaciones aparecidas esta semana, desde Sumar iniciamos un proceso para recabar información sobre las declaraciones que se habían vertido, fundamentalmente en redes sociales, sobre Íñigo Errejón. En la mañana de hoy, Íñigo Errejón envió a la ejecutiva de Sumar el comunicado que acaba de hacer público, presentando su dimisión irrevocable como miembro de la ejecutiva, diputado y portavoz del Grupo Parlamentario Plurinacional de Sumar”, ha explicado el partido en un comunicado.
“La ejecutiva de Movimiento Sumar se ha reunido de manera inmediata y, tras haber escuchado las razones expuestas por Íñigo Errejón, ha aceptado de forma unánime su dimisión”, ha añadido.
Pero Sumar tampoco tiene demasiado tiempo para solucionar el agujero que deja Errejón, más en un momento clave en lo que va de legislatura, cuando empiezan a moverse las negociaciones para los Presupuestos Generales del Estado y repunta la actividad parlamentaria. La próxima semana, de hecho, va una importante ley para la coalición al Congreso: el primer paso para desbloquear la ley mordaza, después del acuerdo que el Gobierno alcanzó con EH Bildu hace unas semanas.
Algunos dirigentes del grupo parlamentario piden abordar este tema con serenidad y pasando rápido de pantalla, sobre todo después de la celeridad con la que se ha actuado, defienden.
Uno de los primeros pasos dentro del grupo parlamentario será elegir a una nueva voz en el Congreso, lo que vuelve a abrir las quinielas que empezaron a funcionar cuando Marta Lois dejó al cargo para encabezar la candidatura de Sumar a las elecciones gallegas. Sumar ya tiene portavoces parlamentarios con experiencia, aunque la mayoría pertenecen a formaciones políticas de la coalición que no son de la cuota de diputados propia de Yolanda Díaz, como Aina Vidal de los comuns, Enrique Santiago de Izquierda Unida o Àgueda Micó de Compromís.
Por otro lado, Movimiento Sumar debe cubrir el hueco que deja el dirigente en la ejecutiva, en la que había asumido la tarea de elaborar las tesis políticas, cuando quedan apenas dos meses para la nueva asamblea de la formación.
La noticia impacta a la coalición después de unos meses muy complicados, con resultados muy pobres en las autonómicas que cerraron el curso político y también en las europeas del 9 de junio. Las encuestas tampoco mejoran desde entonces y muestran que Sumar ha perdido aproximadamente la mitad de los apoyos que reunió hace algo más de un año en las elecciones del 23 de julio. El último CIS refleja un 6,3% de apoyos frente al 12,3% que sacó en las generales.