El alcalde de Colmenar Viejo, Miguel Ángel Santamaría, ha dimitido de su cargo dos días después de que se conociese que será juzgado por prevaricación urbanística. El ya exedil del PP, que se enfrenta a una pena de tres años y medio de cárcel, se sentará en el banquillo junto a cinco de sus concejales, su predecesor, y otros cinco exconcejales.
En un comunicado, el Ayuntamiento de la localidad madrileña, asegura que la renuncia se debe a “motivos personales”, y en ningún momento se hace referencia a que el juzgado de instrucción número 3 de Colmenar Viejo ha abierto juicio oral contra él. Dentro de un par de semanas se elegirá a su sucesor.
Los otros cinco concejales del PP (de un grupo municipal de nueve) se mantienen por ahora en su puesto, a pesar de estar procesados por los mismos hechos.
Santamaría será juzgado por conceder 16 licencias urbanísticas urgentes de manera irregular, en contra del Plan General de Ordenación Urbana, y desatendiendo a los informes de los técnicos municipales. La Justicia desechó sus argumentos, que consistían en destacar que los informes no eran vinculantes.
El juez instructor le impuso una fianza de responsabilidad civil de 17.600 euros, al igual que para otros nueve acusados. Al resto le impuso 11.200 euros. Santamaría se enfrenta también a una pena de inhabilitación de 10 años.
Santamaría fue, hasta que se le procesó en este caso, asesor de asuntos taurinos de la Comunidad de Madrid. Era vocal del Consejo de Administración del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid. Cristina Cifuentes le cesó cuando se confirmó su imputación.