Diputados del PSOE han dejado entrever sus dudas sobre la estrategia que está siguiendo el Grupo Socialista en el Congreso y que achacan a un grupo reducido de la cúpula de partido, que desde Ferraz dirige con mano férrea y sin dejar apenas margen de maniobra.
Esos reparos ya han empezado a vislumbrarse en las reuniones del Grupo Socialista, aunque son más explícitos en conversaciones privadas. Uno de los puntos que se cuestiona es la táctica de monopolizar las preguntas al Gobierno en la sesión de control en torno a ún único tema.
Este miércoles el PSOE volverá a incidir en esa estrategia centrando su labor de oposición con una batería de preguntas sobre el maltrato del Gobierno a las políticas de ciencia e investigación, como en semanas anteriores hicieron con el futuro de las pensiones o la brecha salarial.
Esta estrategia, a juicio de diputados consultados por Europa Press, no le está dando mayor visibilidad al Grupo Socialista, ni tampoco logra 'acorralar' al Ejecutivo con sus preguntas acumuladas.
SE PIERDEN BANDERAS
No es que piensen que los temas elegidos no sean relevantes o no preocupen a los ciudadanos, sino que consideran que monopolizando las sesiones de control en torno a una única cuestión, se pierde la oportunidad de hacer oposición al Gobierno en otros aspectos y, en ocasiones, se facilita a otras fuerzas hacer bandera con reivindicaciones en las que tradicionalmente ha estado el PSOE.
Es lo que ha ocurrido esta semana con Podemos, que llevará al Pleno su proposición de ley contra la discriminación por orientación sexual, y de igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales (comunidad LGTBI).
En la reunión del Grupo Parlamentario Socialista de este martes para ordenar el Pleno, el diputado Antonio Hurtado ha lamentado no haber trabajado con la formación 'morada' una propuesta conjunta sobre esta materia, como sí hicieron las dos formaciones más Izquierda Unida en el Parlamento andaluz.
Hurtado, han informado a Europa Press fuentes socialistas, ha recordado que Podemos se ha limitado a hacer suyo un texto que le presentó la Federación estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, lo que ha calificado de “deslealtad”.
El caso expuesto por el diputado por Córdoba representa un ejemplo de los debates que el Grupo Parlamentario pierde la oportunidad de poner sobre la mesa por esta decisión de focalizar sus esfuerzos en los diez temas que la Ejecutiva Federal ha identificado como prioritarios.
A estos problemas de falta de visibilidad del PSOE se añade al inconveniente de que el líder del partido, Pedro Sánchez, no está presente en el Congreso por su decisión de renunciar al escaño en 2016 para no tener que votar la investidura de Mariano Rajoy.
Los parlamentarios consultados subrayan que el líder y su Ejecutiva tienen otros foros y altavoces en los que presentar sus propuestas de futuro para la sociedad española, pero no necesariamente tienen que reiterar esos mensajes en el Parlamento, y menos de manera exclusiva, relegando otros debates.
LA PORTAVOZ NO TIENE AUTONOMÍA
Existe además una queja generalizada en el seno del Grupo en relación a que la portavoz, Margarita Robles, no dirige los trabajos, no por falta de capacidad, sino porque su labor la controla un grupo reducido de la Ejecutiva de Pedro Sánchez.
La estrategia parlamentaria de los socialistas se diseña en reuniones en Ferraz en las que habitualmente participan el líder; su jefe de gabinete, Juanma Serrano; la vicesecretaria general del PSOE y portavoz adjunta del Grupo, Adriana Lastra; Robles y en ocasiones el secretario de Organización, José Luis Ábalos, y la coordinadora del PSC Meritxell Batet.
Este modo de funcionar merma la autonomía de Robles como jefa del grupo parlamentario, a la que se deja sin capacidad para coordinar y dirigir el grupo como antes sí tenía su antecesor en el cargo, Antonio Hernando.
No todos en el Grupo Socialista comparten esta visión pesimista de la actividad parlamentaria. Hay quien defiende que esta estrategia de monopolizar las sesiones de control ha conseguido colocar en la agenda pública cuestiones centrales para la ciudadanía, como las pensiones, la brecha salarial o la precariedad de la ciencia e investigación española.