Santamaría se refiere al comenzar la rueda de prensa a la situación “dramática” planteada por la cifra de seis millones de parados anunciada por la EPA. “La política económica del Gobierno va a seguir siendo la misma”, dice la vicepresidenta, lo que ahuyenta cualquier posibilidad de cambios radicales. No es necesario hacer grandes ajustes, dice. Se refiere a grandes cambios en el IRPF y en el IVA. “No se van a subir grandes impuestos”.
Sobre la desindexación, Santamaría dice que se refería a los contratos públicos de las administraciones. Pero no responde a la pregunta del periodista. No desmiente que se vaya a utilizar con pensiones y salarios de funcionarios.
El PP se hace fuerte en el eufemismo. Subir impuestos se dice ahora converger:
Ya no estamos condicionados por los mercados, dice Montoro entre las risas de la vicepresidenta. Se refiere a que el endeudamiento del Estado camina ahora por números mucho más sostenibles que en la primavera de 2012. Las empresas no pueden decir lo mismo, ya que ven que continúa cerrado el grifo del crédito.
De Guindos intenta vender optimismo: “La España en lo que se refiere a los fundamentos económicos de hoy no tiene nada que ver con la España de hace un año”. Es decir, está mucho mejor, según el ministro de Economía.
Aparentemente, las expectativas sobre este Consejo de Ministros estaban exageradas. Lo más importante es la nueva previsión de datos macroeconómicos: el Gobierno se resigna a llegar a las próximas elecciones generales con un nivel de paro similar al actual, en cualquier caso por encima del 25%. Una campaña electoral basada en mensajes sobre política económica será un obstáculo de grandes dimensiones para el PP. Será mejor para ellos que comiencen a buscar mensajes alternativos.