Dirigentes afines a Pablo Iglesias tienden puentes con el proyecto de Íñigo Errejón

Las diferencias entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón amenazan con convertir la II Asamblea Ciudadana de Podemos en una confrontación directa entre ambos proyectos que puede partir al partido en dos. Esta sensación es generalizada en muchos ámbitos de Podemos y sus alrededores. El secretario general y el secretario político hacen continuas llamadas a una futura negociación y los movimientos para que esta sea real y fructífera se multiplican.

Los documentos políticos de Iglesias y Errejón pusieron de relieve las importantes diferencias que les separan. Y, con ellos, a sus respectivos equipos: Juntas Podemos y Recuperar la Ilusión. Ambos dirigentes coinciden en señalar “errores” del pasado y difieren de qué hacer con Podemos a partir de Vistalegre 2.

El periodo oficial y formal de negociación entre equipos se abre el próximo 23 de enero y se cierra el 1 de febrero. En esa semana, Iglesias tiene previsto convocar una reunión en la que intentar acercar posturas y articularlas alrededor suyo, en tanto que único candidato con opciones a la Secretaría General. El líder del partido además tiene claro que dimitirá si Errejón tiene más peso que él en los órganos, en caso de que sean los inscritos quienes decidan entre ellos.

Los movimientos para favorecer un entendimiento ya han comenzado y ganan velocidad. Primero fueron Carolina Bescansa y Nacho Álvarez, quienes la semana pasada anunciaron la iniciativa Colectivo Mayo 2011-Pensando Vistalegre. Ambos forman parte del Consejo de Coordinación (la ejecutiva del partido) desde el principio. Bescansa es además una de las cofundadoras de Podemos y formó parte del cada vez más exiguo “equipo promotor”, que ha liderado el partido desde su lanzamiento.

“La idea es promover una iniciativa capaz de impulsar la unidad recogiendo propuestas de todos los sectores de Podemos que permita llegar a acuerdos sólidos y duraderos en Vistalegre”, aseguran desde Colectivo Mayo 2011. La fórmula: una herramienta participativa en la que se puedan hacer aportaciones desde todos los ámbitos del partido.

La presentación formal del espacio será este miércoles, en un acto con medios en el que participarán ambos dirigentes. Bescansa y Álvarez son afines a Iglesias desde el principio, más la responsable de Análisis Social y Político que el responsable económico, con un perfil más independiente ante los medios. Ambos siguen apoyando al secretario general pero apuestan, según los artículos que han publicado en los últimos días, por un entendimiento y, sobre todo, por que los trabajos para lograrlo arranquen cuanto antes.

En uno de esos textos publicado en eldiario.es, ambos aseguran bajo el título Los acuerdos: “Estamos convencidas y convencidos de que para que Vistalegre sea el éxito que todas y todos queremos es casi necesario que seamos capaces de ponernos de acuerdo en el ‘cómo se hacen las cosas’ antes de que las inscritas y los inscritos decidan quiénes conformarán las próximas mayorías y minorías”.

Este martes salía publicado otro artículo en El Huffington Post firmado por Luis Alegre y Pedro de Palacio. Alegre, ex secretario general de Podemos en Madrid, es una de las personas más cercanas a Iglesias en el partido. Amigos personales, no solo políticos, desde hace muchos años, fue el encargado de pilotar el equipo técnico que organizó la I Asamblea de Podemos, en otoño de 2014.

Palacio es un exdirigente del PCE en Castilla y León, que dio el salto a Podemos en 2015, fue colaborador de Alegre en la Secretaría de Participación Interna y Coordinación de la Unidad Popular que este dirigía. Palacio forma hoy parte del equipo técnico que prepara Vistalegre 2 como cuota del sector liderado por Íñigo Errejón y, en concreto, forma parte del entorno más cercano a la diputada Tania Sánchez, que se ha alineado con Recuperar la Ilusión desde las primarias de Madrid.

Alegre, de salida del partido para centrarse en su faceta como profesor de Filosofía, y Palacio defienden en su artículo que “la ventana de oportunidad sigue abierta aunque cambie el marco de la disputa”. “El PP podrá oxigenar al PSOE, por ejemplo con el acuerdo sobre la subida del SMI o el pacto sobre pobreza energética, sólo si por nuestra parte tenemos una iniciativa política, institucional y socialmente débil”, analizan.

Ambos entran en una de las disputas políticas que han marcado los últimos meses: la relación entre la institución y la calle. En lo institucional, apuestan por “marcar un rumbo, partiendo de las necesidades de la gente, que obligue al resto a situarse en ese lado o del lado de los poderosos”. En lo social, dicen: “La movilización social, entendida desde el conflicto social y laboral, es imprescindible para la refundación del país, pero por sí misma no cambia la estructura de poder del país”.

Y zanjan: “En las ansias de cambio en España cohabitan lo popular (plazas llenas de gente, los vínculos y la actividad comunitaria, la esperanza de ruptura y de refundación del país) y lo ciudadano (estima por las instituciones y la seguridad que ofrecen”. Una síntesis de los documentos políticos presentados por Iglesias y Errejón.

Precisamente Nacho Álvarez ha movido en sus redes sociales este artículo.