España alcanzó este 1 de septiembre el objetivo fijado en enero por el Gobierno de vacunar al 70% de la población antes del final del verano. Ocho meses después del primer pinchazo el 27 de diciembre de 2020, 36,5 millones de personas ya han recibido al menos una dosis y casi 33,4 tienen la pauta completa, tras las 457.207 vacunas administradas en las últimas 24 horas. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, calificó estas cifras de “éxito colectivo”, aunque insistió en que esto suponía “un hito, no una meta”. España se ha convertido en el país de mayor tamaño que ha logrado vacunar al 70% de su población.
Sin embargo, en los últimos meses, altos cargos de la derecha han dejado caer en declaraciones públicas que no confiaban en que se alcanzase el objetivo en el plazo propuesto. El primero de ellos fue el líder del Partido Popular, Pablo Casado, que a finales de diciembre en un acto en Catalunya aseguró que si se seguía “al ritmo de ese 'no plan' de vacunación del Gobierno”, España tardaría “cuatro años en tener a toda la población inmunizada”.
Otras voces dentro del principal partido de la oposición se han expresado en un sentido similar. El pasado julio, durante un congreso provincial en celebrado en León, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, habló del plan de vacunación tergiversando las palabras de Sánchez. “Pedro Sánchez dijo que iba a vacunar al 70% de la población antes del verano (...). De nuevo el presidente del Gobierno ha fallado”, dijo entonces. En realidad, lo que había prometido el jefe del Ejecutivo es que el 70% de la población iba a estar vacunada a finales de agosto.
En la misma confusión incurrió la diputada de Vox, Macarena Olona, a través de su cuenta de Twitter, que acusó al presidente de “mentir” por no cumplir el objetivo antes del verano.
Sin embargo, las previsiones de Vox de que el Gobierno no lograría el objetivo antes del verano se remontan a casi el inicio de la campaña. El 24 de febrero, el líder del partido, Santiago Abascal, cuestionó las decisiones sobre vacunación del Ejecutivo, dijo que Sánchez había protagonizado un fracaso en la negociación de la compra de vacunas y que la UE se estaba mostrando “incapaz” en ese asunto. “Se necesita que la velocidad de vacunación sea diez veces mayor que la actual para llegar a ese objetivo”, le acusó.
Unos meses después, precisamente el día en el que el presidente del Gobierno esbozó las metas de la campaña de vacunación, el 6 de abril, el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, restaba asimismo credibilidad a las previsiones oficiales. En aquel momento, el diputado de la formación de extrema derecha consideró “altísimamente improbable” alcanzar esos niveles de vacunación antes del verano si se mantenía el ritmo de inoculación de ese momento. “Sánchez carece de conocimientos mínimos de progresión aritmética”, llegó a decir.
También la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuestionó en los últimos meses de que un 70% de los españoles estuviesen inmunizados a principios de septiembre. En abril, durante la crisis con las vacunas de Astrazeneca, acusó al Gobierno de “cambiar de criterio” y aseguró que el presidente no conocía las dosis que llegarían al país durante esas semanas de incertidumbre, lo que ponía en duda que pudiese asegurar lograr el plan de vacunación establecido.
Más contundente se mostró Toni Cantó, que en un tuit del pasado enero dijo que España finalizaría la campaña “en septiembre de 2023” al ritmo que iba en ese momento. El ahora director de la Oficina del Español vaticinó que para este verano “solo habrían sido vacunados el 19% de los españoles”.
Distintos cargos autonómicos también han cuestionado el compromiso del Ejecutivo. Entre ellos, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. En febrero, el dirigente popular advirtió en el Parlamento autonómico de que, con el ritmo de entrega, solo alcanzarían un 10% de ciudadanos con doble pauta en marzo, una cifra “clarísimamente insuficiente” y muy lejana de ese “gran objetivo” fijado. Por su parte, el presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Nuñez, también aseguró que, con los datos de vacunación de abril a nivel nacional y autonómico, prometer un 70% de inmunizados a finales del verano, generaba “incertidumbre, descontrol, desconfianza y desesperación”. Y prometió que, de cumplirse el objetivo, felicitaría a administraciones y sanitarios.