Por si aún había alguna duda, llega Salvar al Rey. Un nuevo documental de la plataforma HBO Max, que está disponible para los suscriptores desde las 9.00 horas de la mañana de este viernes, y que desvela cómo toda la maquinaria del Estado se afanó durante años en proteger al rey Juan Carlos I de sus propios actos y en ocultar sus escándalos. Los servicios de inteligencia españoles llegaron a organizar los encuentros del ahora rey emérito con sus amantes en lugares secretos y, según se refleja en el inédito trabajo audiovisual, pagaron durante años a la actriz Bárbara Rey ante el chantaje al que sometió la vedette al ahora Centro Nacional de Inteligencia (CNI) –antes CESID– amenazando con hacer públicos esos audios en los que el monarca habla con naturalidad de cuestiones que afectan directamente a la seguridad del Estado, así como de asuntos más íntimos y privados.
Uno de los episodios más turbios está marcado por la mítica fuga del exdirector general de la Guardia Civil Luis Roldán, en 1994, tras conocerse que había robado más de 400 millones de pesetas de los fondos reservados y se había beneficiado de comisiones también millonarias de obras adjudicadas por su departamento. “Me dicen de la Guardia Civil que ojalá aparezca muerto”, afirma Juan Carlos I en una de las grabaciones que hace públicas el documental de HBO Max. Finalmente Roldán fue capturado vivo por policías españoles en febrero de 1995, en una polémica operación de las autoridades españolas.
El trabajo, producido por Mandarina y dirigido por el periodista Santiago Acosta, confirma además la leyenda que durante décadas sostuvo que Bárbara Rey, supuesta amante del rey Juan Carlos I, guardaba grabaciones comprometidas de sus encuentros con el monarca que podían hacer temblar los cimientos de la jefatura del Estado. También reproduce, por primera vez, algunos de esos audios hasta ahora inéditos.
La imagen de la monarquía se ha resquebrajado en los últimos años por los continuos escándalos en los que se ha visto envuelto el ahora emérito, que le llevaron a abdicar en favor de su hijo en 2014. Las imágenes de sus cacerías de elefantes en Botswana, así como las distintas investigaciones abiertas por la justicia sobre el supuesto origen ilícito de su patrimonio –todas ellas archivadas por la Fiscalía española por centrarse en delitos amparados por la inviolabilidad de la que gozó cuando reinó o por haber prescrito, excepto la acusación de acoso de Corinna Larsen, que se dirime en los tribunales británicos– y sus regularizaciones fiscales millonarias, llevaron a Juan Carlos I a huir del país en 2020, nada más estallar la pandemia del COVID-19. Desde entonces vive en los Emiratos Árabes Unidos y tan solo ha regresado a España una vez, el pasado mayo, para participar en una regata en Sanxenxo (Pontevedra).
El documental ahonda ahora en todas esas polémicas y amenaza por hundir de forma definitiva la “ejemplaridad” que se le presupuso a Juan Carlos I en sus primeras décadas de reinado y que ahora únicamente se atreven a reivindicar públicamente los partidos de la derecha y sus medios afines. La plataforma ofrece material hasta ahora desconocido del monarca, grabados por la propia Bárbara Rey, en los que habla de asuntos de Estado con sus amantes y sobre dirigentes políticos como los expresidentes del Gobierno Felipe González o José María Aznar.
Se trata, en definitiva, de una fascinante historia de espías, conspiraciones y pactos de silencio en tres entregas. Más de 50 testimonios en primera persona, entre los que se encuentran periodistas, políticos, ex agentes secretos y alguna ex amante desconocida hasta hoy que radiografían una época trascendental en la historia reciente de España y brindan un retrato íntimo y a la vez demoledor de Juan Carlos I, un monarca que, según explican los entrevistados, traicionó a su padre para ser rey, acabó con 40 años de dictadura, puso a la monarquía en peligro por amor y tuvo que abdicar en su hijo e irse de España, en contra de su propia voluntad, para “salvar” la corona.
Miguel Salvat, Hanka Kastelicová y Antonio Trashorras son los productores ejecutivos por parte de HBO Max. Los servicios de producción de Salvar al Rey corren a cargo de Campanilla Films, S.L., una compañía de Mandarina.