Podemos advierte de su “casi nula capacidad de maniobra” frente a “buena parte” de la deuda

La resolución del problema de la deuda pública española no será unilateral, sino coordinada con el resto de los países de la zona del euro, según el documento económico realizado por los profesores Vicenç Navarro y Juan Torres para Podemos. El texto advierte de que la capacidad de España para plantear medidas sobre la deuda es muy limitada. Aunque insiste en la necesidad de reestructurar la deuda de todos los países de Europa, especialmente de los periféricos, y da por hecho que será algo que “sin lugar a dudas se va a dar en los próximos años”, aboga por que el proceso sea “el resultado de una estrategia cooperativa” que permita tener una posición de fuerza frente a los mercados, algo que ya advirtieron el jueves durante la presentación del documento.

La propuesta hecha pública este viernes señala que España debe llegar a ese momento “con firmeza, inteligencia colectiva y decisión” para defender en mejor posición “aspectos como la renegociación de tipos de interés, periodos de carencia, plazos de vencimiento y amortización o condiciones de quitas parciales que van a tener que plantearse”.

Podemos mantiene así, aunque matizada, una de las propuestas más polémicas del programa electoral con el que se presentó a las elecciones europeas y que también recogía una de las cinco resoluciones aprobadas durante la Asamblea Ciudadana en la que se constituyó el partido.

El documento, que será utilizado por Podemos como punto de partida en las conversaciones que plantea mantener con agentes sociales y movimientos civiles, reconoce la preocupación que existe en la formación sobre la viabilidad de sus propuestas y señala que una de las cuestiones que más preocupa al partido que dirige Pablo Iglesias “es la de garantizar la mayor estabilidad política generando la máxima certidumbre y confianza en la gestión que llevaría a cabo”. Durante la presentación del documento el jueves, Iglesias aseguró que responde a una “situación de emergencia” y que es “realista” frente a lo que hacen el PP y el PSOE: “No se merecen más embaucadores que sacan conejos de la chistera”.

Navarro y Torres aseguran en el documento 'Un proyecto económico para la gente' que es imprescindible que los españoles sepan “a la perfección los orígenes del problema de la deuda” y que la sociedad debe ser “consciente de los costes y sacrificios que quedan por delante como consecuencia de las políticas que se han venido realizando en los últimos años”. Además, explican que las “decisiones anteriores no suficientemente meditadas y debatidas, como la entrada en el euro o la aceptación del Tratado de Maastricht”, son el origen de “una buena puerta de la deuda actual”. Sobre ella destacan “nuestra casi nula capacidad de maniobra”.

El documento que asume Podemos propone derogar la reforma del artículo 135 de la Constitución, que consagra el pago de la deuda.

Renta básica

Los economistas exponen en el documento su idea de renta básica: se trataría de un sistema de renta mínima garantizada “como derecho subjetivo de todas las personas”. Torres y Navarro sostienen, sin embargo, que esta última expresión no implica reconocer un salario ciudadano para todo el mundo sino que se trataría de una ayuda condicionada, es decir, habría que cumplir con ciertos requisitos para recibirla. Sí quieren que sea considerada un derecho –que todas las personas que se encuentren en esa situación perciban esa renta– y no como una ayuda asistencial.

El documento incluye esta propuesta en una estrategia más amplia para acabar con la pobreza, que abarca el acabar con los trabajadores pobres, erradicar la pobreza infantil, reconocer el derecho a alimentación como derecho humano en la Constitución, poner en marcha planes de urgencia para proporcionar ingresos a las familias en exclusión o en riesgo de estarlo, o elaborar un plan de vivienda para garantizar el ejercicio del derecho constitucional a disfrutar de ella.

Fiscalidad

Torres y Navarro proponen una nueva reforma fiscal “que acabe con los vicios tradicionales del sistema”: “mejorar” el IRPF, eliminar el sistema de estimación objetivo por el que tributan muchos autónomos –los llamados módulos–, eliminar las desgravaciones y deducciones que no sean de origen personalizado (como la tributación conjunta de los matrimonios, que algunas expertas ya habían puesto sobre la mesa), y no penalizar fiscalmente a las rentas salariales.

En el documento mencionan una de las propuestas de las que más se ha hablado en los últimos tiempos: el impuesto a la transacciones financieras sobre las que, dicen, debe aplicarse “una tasa reducida”. También plantean aplicarla sobre las operaciones de compra y venta en la Bolsa, especialmente sobre las más especulativas (las que se hacen a muy corto plazo).

Los economistas quieren también recuperar el impuesto sobre el patrimonio, hacer efectivos los tramos del impuesto de sociedades y explorar la fiscalidad ambiental.

Igualdad

Otro de los ejes sobre lo que se vertebra el programa es la igualdad de género: los economistas apuestan por un plan de inversión en lo que se llaman infraestructuras sociales. Ese plan supondría garantizar la educación pública de 0 a 3 años o el sistema de dependencia, dos medidas que, sostienen, crearían empleo al mismo tiempo que contribuirían al Estado de bienestar y a reforzar la igualdad de género y el acceso de las mujeres al mercado de trabajo.

En esa línea proponen otras dos medidas: eliminar los incentivos a tiempo parcial involuntario –ocupado mayoritariamente por mujeres– y reconocer permisos de adopción y nacimiento a cada progenitor con carácter intransferible, de igual duración, y pagados al 100%. En este último caso, los autores son más específicos: se trataría de comenzar con un periodo transitorio que aumentara progresivamente el permiso de los padres, empezando con seis semanas, la misma proporción del permiso que ya es obligatoria para las madres. Se trata de una de las reivindicaciones que la economía feminista lleva tiempo haciendo, y que Torres y Navarro habían apoyado ya en otras ocasiones.

Laboral

El documento propone derogar la reforma laboral, “que no ha servido para crear empleo, sino solo para aumentar las desigualdades desequilibrando las relaciones laborales a favor de la gran patronal”. No hace mención, sin embargo, a la anterior reforma laboral aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que ya introdujo cambios, por ejemplo, en la indemnización por despido.

Torres y Navarro abogan por aprobar una jornada laboral semanal de 35 horas y eliminar los incentivos actuales a las horas extraordinarias y a las jornadas largas. Plantean aumentar el salario mínimo y fijar un límite entre la diferencia que puede existir entre los salarios más altos y el salario medio en las empresas.

Sobre las pensiones, los economistas sitúan la edad de jubilación en los 65 años –y no los 60 de los que Podemos había hablado–, aunque con flexibilidad e introduciendo algunas reformas. Por ejemplo, aumentar las cotizaciones sociales a las empresas –exactamente lo contrario a las demandas de la patronal– o financiar el sistema de pensiones con impuestos si así lo requiere la situación mientras dure la crisis. Desde hace dos años, las pensiones no contributivas ya se financian con impuestos.

Esta última medida es, quizá, la que más dista de las propuestas que Podemos viene defendiendo desde su programa para las elecciones europeas, donde abogaba por rebajar la edad de jubilación a los 60 años.