El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, ha advertido hoy de que, en el debate soberanista, “vamos directamente a un choque de trenes” y que en la colisión el más fuerte es el Estado, aunque los perjudicados serán tanto Cataluña como España.
En su carta semanal a la militancia, Duran ha replicado a los dirigentes del PP, entre ellas a la líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, que “amenazan” con el artículo 155 de la Constitución -la supresión de la autonomía- que esta medida “no haría otra cosa que acabar de complicarlo todo”.
Además, el secretario general de CiU ha recordado que la Generalitat fue restaurada en la Transición antes de que se aprobara la Constitución.
El democristiano ha afirmado que ve “preocupados” al PP y al PSOE ante la situación en Cataluña: “Lo entiendo. Yo también, aunque a partir de diagnósticos diferentes. Creo que vamos directamente al choque de trenes. Y ya he dicho en más de una ocasión que aunque el tren más potente es el del Estado -que sobre todo es él que se siente así-, del choque saldremos todos mal. ¿Cataluña? Sí, pero también España en su conjunto”, ha apostillado.
Duran también se ha referido a su relevo al frente de la presidencia catalana de la comisión bilateral Estado-Generalitat, que ha asumido la vicepresidenta del Govern y dirigente de Unió, Joana Ortega.
Sobre este punto, el democristiano ha recordado que acordó con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, asumir la presidencia de la bilateral y seguir al frente de CiU en el Congreso y en cambio no se implicó en el gobierno catalán, en el que, sin embargo, asumió al inicio un “rol como asesor en todo lo que tenía que ver con la acción exterior”.
Pero “el tiempo y el cambio de personas” han “diluido hasta dejarla en nada” esta responsabilidad de asesor en exteriores: “No tengo nada que ver con las decisiones que ahora se toman en este terreno”, ha remachado.
Para Duran, “el clima político y la actitud del PP de no desarrollar el Estatuto y de no entrar a fondo en cuestiones bilaterales pendientes aconsejaban un cambio en los responsables de la relación bilateral con el Estado” y que la nueva presidencia de la Comisión Estado-Generalitat recayera en un miembro del gobierno catalán.
“Se acaba una etapa de la cual ciertamente no me siento orgulloso. Había sido presidente de la parte catalana -de la Comisión Bilateral- en otras épocas y el balance había sido más satisfactorio que ahora, tanto con gobiernos del PP como del PSOE”, ha valorado.