Hace un año era un físico teórico desconocido que escribía un blog sobre las dificultades que viven cada día las personas con discapacidad, más allá de las típicas escenas de enfermos impedidos que la sociedad guarda en la retina. Hoy, Pablo Echenique-Robba es eurodiputado, secretario general de Podemos en Aragón, probable candidato de su partido en las elecciones autonómicas del mes de mayo y, pese a que a él defiende que las peleas hay que darlas fuera, uno de los pocos contrapesos internos al poder interno de Pablo Iglesias.
Echenique nació en Argentina en 1978 y aterrizó con 13 años en la España que se preparaba para albergar los Juegos Olímpicos y la Expo de 1992. Concluyó los estudios con un currículum brillante, trabajó en varias entidades y logró una plaza de titular en la principal institución científica del país, el CSIC, en 2009.
Decir que Echenique no lo ha tenido fácil es una obviedad que se queda corta. Sufre prácticamente de nacimiento una enfermedad degenerativa que le mantiene atado a una silla de ruedas sin la cual apenas puede soportar el dolor, tal y como relató él mismo en una entrada de 'De retrones y hombres'. Pero el Echenique anterior a Podemos es una persona con mucha suerte si se compara con otras personas en su situación. Él mismo relataba en una entrevista para El Mundo que su enfermedad suele dar pocas oportunidades a quienes la padecen. Y aun así, ha logrado culminar la mayoría de los retos que se le han puesto por delante. Entre ellos, casarse con María Alejandra Nelo, aunque de momento no van a ser padres.
El último que se propuso arrancó en enero de 2014. Pablo Iglesias lanzó Podemos y Echenique decidió arrimar el hombro casi desde el primer día. En marzo ya era un afiliado más y se presentó a las primarias para las elecciones europeas, donde recibió el apoyo directo y explícito del líder (aún no electo) del partido. Sería la última vez. En la siguiente ocasión, el ya secretario general dio su apoyo a un contrincante, aunque fuera interno.
Echenique fue el quinto eurodiputado de Podemos. El 'friki'. Un poco Sheldon Cooper, “aunque con mejores dotes sociales”, como responde siempre que se le hace la comparación. En su declaración de bienes consta que tiene bitcoins y créditos P2P, vehículos financieros minoritarios.
El físico teórico iba a ser, al menos por cuatro años, político con cargo institucional en Bruselas/Estrasburgo. Al menos. Dejaba atrás su vida para volcarse en la puesta en marcha de un nuevo partido, un proceso en el que tomaría partido por un bando que acabaría coliderando y que le terminaría enfrentando, políticamente, a su líder, ahora sí electo.
El eurodiputado retrón, junto a su compañera Teresa Rodríguez, comandaron el equipo Sumando Podemos, que aglutinó a varios de los grupos que rivalizaron con el que lideró Pablo Iglesias durante la Asamblea Ciudadana Sí Se Puede. El incontestable triunfo de Iglesias en la votación de documentos y su insistencia en presentar una lista completa al Consejo Ciudadano llevaron a Echenique a retirar la suya. Renunciaba, de momento, a un cargo interno que difícilmente iba a lograr y guardaba fuerzas para la siguiente batalla.
Esta ha llegado en febrero. El día de San Valentín se confirmaba algo que casi todos daban por descontado. Echenique ganó las primarias internas y se convirtió en el secretario general de Podemos en Aragón, arrollando a sus rivales, incluida la candidata de Iglesias. El 70% largo de votos que logró le colocan casi como candidato a la Presidencia de la Diputación General de Aragón, una intención que él mismo ratificará este martes.
El eurodiputado lograba además, cuatro meses después, el objetivo que abandonó en otoño: sentarse en el Consejo Ciudadano estatal, como miembro nato por su condición de secretario regional. Ocupará el asiento, por primera vez, el próximo sábado.
El principal órgano entre asambleas de Podemos marcará las líneas básicas de cara a las autonómicas de mayo. Echenique será la única voz que se ha posicionado explícitamente contra su secretario general. Las posturas que adopte a partir de ahora serán adscritas 'a los críticos', pese a su empeño en señalar que el enemigo, “la casta”, está fuera. El próximo mes de abril, tras las elecciones andaluzas, puede que su compañera durante la Asamblea Ciudadana, Teresa Rodríguez, le acompañe en el Consejo Ciudadano.