Este sábado IU celebra un Consejo Político Federal que muchos dirigentes consideran crítico para la organización. ¿Qué lo hace tan importante?
Se celebra cuando el momento político del país se ha acelerado. Por primera vez en décadas hay posibilidad de un cambio real que la mayor parte de la sociedad lo articula a través de la izquierda y eso hace que IU tenga un papel fundamental. Es un Consejo con una gran expectativa fuera de ver qué hace IU. Nosotros hemos entendido el mensaje y nuestro papel de impulsar, con otros, un cambio. Nosotros tenemos que decidir si queremos ser una alternativa o un partido que se conforma con crecer.
¿La actual IU no está preparada para este nuevo momento político?
IU ha sido un factor, con otros, que hemos abierto esa grieta en la arquitectura política, económica y empresarial heredada de hace más de tres décadas y que parecía imbatible. Nosotros hemos puesto nuestro granito de arena por nuestra gran militancia de base, a través de las movilizaciones y en las últimas elecciones. Ahora lo que se necesita es elevar la intensidad. Ya no vale con abrir la grieta, sino que hay que ganar. Por eso necesitamos cambios que digan a la sociedad que queremos ganar.
La federación que dirige usted plantea precisamente en una resolución que lleva al Consejo la necesidad de reformar en profundidad la Ejecutiva. ¿Esto incluye revisar el liderazgo de Cayo Lara?
Nosotros tenemos que ir a una Ejecutiva que responda al momento y el momento no responde a que las organizaciones abran una crisis interna. Nadie en la sociedad quiere eso, sino organizaciones que no pierdan el tiempo en crisis internas, sino que desplieguen su potencial. No creo que sea el momento de abrir un debate interno sobre la figura de Cayo Lara. Cero conflictos y mucho trabajo.
¿Hacia dónde debe ir entonces la dirección?
La Ejecutiva que teníamos hasta ahora tenía una función: salir de la última asamblea juntos. Salimos unidos y esta Ejecutiva ha cumplido su misión con mucho éxito. Ahora se necesita ganar y hay que montar una Ejecutiva para ganar, reforzada con activistas y renovada, porque muchos vienen de los sectores más jóvenes de la sociedad. Además debería estar menos conformada en torno a familias y más en torno a territorios, que es donde se gana al PP.
¿Y que esté liderada por Cayo Lara?
Eso no está en juego.
Otro asunto central en el CPF serán las primarias. ¿Por qué ha costado tanto aceptarlas como formato habitual para elegir a los candidatos?
Yo creo que por dos motivos. En cualquier organización siempre hay resistencias conservadoras y en nuestro caso nos ha afectado. Además, las primarias, tal y como se han articulado siempre, son de cara a fuera muy participativas pero internamente laminan a las minorías, como se puede ver en otras organizaciones. Pero es un error bloquearlas: lo que hay que hacer es unas primarias corregidas para que las minorías no queden fuera.
Parece que ha hecho falta un sobresalto electoral para que esa parte más conservadora aceptara que las primarias son algo irrenunciable hoy por hoy.
En Madrid somos muy autocríticos con esto porque creemos que es un debate que teníamos que haber tenido desde hace meses. No lo hicimos y es uno de los errores que hemos cometido porque la sociedad ha percibido una contradicción: somos una organización que apela por mecanismos de democracia directa para el país pero que a nivel interno no lo aplica.
Es un debate que debía haberse producido hace meses pero que llega ahora.
No podemos articular el Consejo en este debate. Lo tendríamos que haber tenido resuelto hace cuatro o cinco meses y no lo hicimos. Ahora lo corregiremos, pero no queremos que el tema de las primarias, que es algo que todo el mundo asume, sea el gran elemento de conclusión del Consejo. Lo que tiene que salir este sábado es una hoja de ruta para ganar 2015.
¿En Madrid entonces está también superado el debate de las primarias?
Estos debates ya los hemos superado nosotros. La reestructuración de la Ejecutiva la acometimos en marzo. Seguramente será la Ejecutiva más joven de todo el país. Sobre primarias, Madrid fue la primera federación que las hizo, así que como tenemos más experiencia que los demás vamos a aportarla para corregirlos. Por ejemplo, no queremos un sistema mayoritario que por un voto el que gane se lo lleve todo o que el candidato más mediático tenga más oportunidades.
Este deseo de igualdad choca con el borrador de reglamento que exige un 5% de avales para presentarse.con el borrador de reglamento
Yo diría que todo reglamento de primarias debe asegurar la exigencia social de participar frente a la tentación de todo aparato por controlar el proceso.
Comentaba al principio que las europeas han constatado que estamos en un momento de posibilidad de cambio. En las elecciones, IU de Madrid quedó relegada a la quinta posición. ¿Han analizado ya los resultados y sus motivos?
Lo importante es centrarnos en los debates que están en la calle, y en la calle nadie me pregunta en estos términos. Lo que me dicen es “oye, vamos a ganar al PP, ¿no?”. Lo importante no es lo que tenga cada uno, porque por separado gana el PP, más ahora que UPyD se ha visto relegada y sus tendencias conservadoras le llevarán a apoyar al PP.
Habla de una unidad que, entiendo, incluye a Podemos. ¿Los tiempos de Podemos casan con los de IU?
Primero, nuestros debates son muy secundarios con respecto a los que tiene la sociedad. Segundo, la agenda electoral no puede nunca sustituir a la agenda social. Quien lo ha hecho así ha sido penalizado. Tenemos que recuperar una agenda movilizadora común y la exigencia de cambio y de articular alternativas nosotros la vamos a poner encima de la mesa. En cuanto a la convergencia, tenemos que tender la mano a los sectores de la sociedad que sufren la crisis pero que no están movilizados. Ahí es donde está la mayoría de la sociedad. Es muy importante centrarse en converger y dialogar con las bases socialistas. Ese votante que defiende el estado social y los derechos sociales. En él reside la capacidad de cambiar Madrid.
Mencionaba antes la reforma de la Ejecutiva de IUCM que se acometió en marzo. IU de Madrid siempre ha sido una federación problemática, con tensiones, dividida. Ahora la dirección es de unidad. ¿Se ha terminado el tiempo de las peleas en IUCM?
Sí, claro. Cada día que pasa, hay menos gente que habla de 51% y de 49%. Las diferencias se van superando. Hay una dirección muy implicada, estamos haciendo mucha pedagogía, con los sectores antes enfrentados yendo de la mano a las asambleas y con mucho despliegue en movimientos sociales para que se visualice. Esto va a culminar en un Consejo Político Regional donde se mostrará una IU joven y renovada, con una alternativa política muy seria y muy rigurosa.