En la tarde del pasado sábado 16 de mayo, llovieron pasquines con la cara de Pedro Sánchez en una esquina muy concreta de Madrid: allí donde el Paseo de la Habana muere en el de Castellana, a los pies del edificio Huarte; el apellido de una familia de constructores y empresarios fuertemente unida al franquismo. Acompañaba la imagen del Presidente las palabras “Confía en tu gobierno, encerrados sois libres”. Alzando la vista hacia los pisos superiores, desde donde se arrojaban los papeles, un Sánchez de dimensiones gigantescas impreso en tela ondeaba a lo largo de seis plantas del inmueble.
Su rostro, en blanco y negro, aparecía recortado sobre fondo rojo y colocado sobre una frase de sátira autoritaria (“un buen gobierno [escrito simulando espray encima de la palabra ‘ciudadano’] obedece”), en evidente inspiración en los carteles sobre el acechante gran hermano de la primera adaptación cinematográfica de la novela de George Orwell, 1984. La fotografía del presidente del Gobierno fue utilizada por el PSOE en la campaña de las elecciones de abril de 2019. Su autor, Carlos Spottorno, ya había denunciado en las redes sociales quince días antes que la estaban utilizando sin su autorización, cuando esa misma gráfica apareció en algunas marquesinas de autobuses de Madrid el día 2 de mayo. En esta ocasión, la habían modificado añadiendo una pintada negra de espray sobre los ojos. A pesar de la amenaza del fotoperiodista con emprender acciones legales, la imagen no ha parado de usarse, incluso para hacer merchandising a la venta en una web con camisetas a 10 euros y lonas de balcón a 20. Tras las denuncias de Facua, la tienda está temporalmente inactiva.
Estas acciones forman parte de una campaña contra el Gobierno iniciada el 8 de abril a partir de una “manifestación online”. En el vídeo del directo de YouTube que servía como canalizador, su impulsor, Alvise Pérez, afirmaba que la realizaba “sin políticos, partidos ni recursos”. La gran lona desplegada sobre la fachada del edificio de la Castellana es la misma que apareció este 21 de mayo en la plaza de San Francisco de Sevilla, otra intervención política promovida también por el exasesor de Ciudadanos Alvise Pérez, alias de Luis Pérez, quien la difundió en redes sociales.
La pancarta no es pequeña: tiene un tamaño aproximado de 7,50 metros de ancho por 23 metros de alto, dimensiones que se corresponden con un coste medio de producción de unos 2.300 euros. Acompañando esta campaña, desde el 3 de mayo, Alvise Pérez lanzó una petición de donaciones, mediante una cuenta en la plataforma de microfinanciación Patreon —con 450 seguidores cuyas aportaciones económicas se desconocen— y un número de cuenta corriente en el banco ING. Tres días después, afirmaba haber recibido “cientos” de donaciones, las cuales, según indica en su Patreon, están destinadas a “campañas políticas”.
El lugar elegido para desplegar la pancarta no es cualquier lugar. Está ubicado en el distrito de Chamartín, caladero del voto conservador y de alto nivel adquisitivo. Unos minutos antes de las nueve de la noche, hora en la que se realizan caceroladas contra las medidas del Gobierno, ese tramo del Paseo de la Habana comienza a llenarse de personas que llevan a la calle su protesta, golpeando menaje del hogar, portando altavoces de mano que reproducen ese mismo tipo de sonidos y ataviados, generalmente, con la bandera de España atada en forma de capa o acompañando múltiples complementos: mascarillas, pulseras, correas para el perro, pañuelos para el cuello. Del portal desde el que Pérez desplegó unos días atrás la gigantesca pancarta, y en el mismo instante que hacía lo propio en Sevilla, sale una pareja con una bandera de España amarrada a un asta larguísima y flexible, que involuntariamente va peinando las gorras de los policías con los que se cruza, pues hay un dispositivo de casi 20 efectivos a lo largo de la calle. La mujer explica que el sitio “se ha convertido en un lugar de culto” y no entiende la presencia policial, a pesar de que allí se juntan entre 200 y 300 personas manifestándose cada noche dando vueltas en círculo por las dos aceras del Paseo de la Habana, durante media hora larga. La pareja recoge de un coche cercano un paquete con cientos de folletos rojos en los que aparece exactamente la misma imagen de la pancarta. “Me han pedido que los deje en los coches”, explica ella. Reciben también una bolsa con banderas de España para repartir. Él viste una camiseta que lleva impresa en la espalda una bandera de España con crespón negro y las palabras “Sánchez e Iglesias fuera ya”. Ambos bajan todos los días a la misma hora.
En esta calle se produce un fenómeno similar al de Núñez de Balboa, donde diariamente tienen lugar manifestaciones con apariencia de espontáneas —al menos sin convocante ni notificación a Delegación del Gobierno— pero cuyos anuncios se encuentran sin dificultad en las redes sociales, apoyadas por perfiles en la órbita del partido de ultraderecha Vox.
Del Valle de los Caídos a la campaña contra el Gobierno
El edificio Huarte fue encargado por esta familia y construido entre 1952 y 1957 por el arquitecto Felipe Heredero. En él residió Jesús Huarte Beaumont, hijo del fundador de la saga, Félix Huarte, y de Adriana Beaumont, hasta mudarse en 1967 a la Casa Huarte en Puerta del Hierro. El padre había fundado la constructora Huarte y Compañía S.A. en los años 20, conocida por participar en la construcción del Valle de los Caídos.
El periodista y documentalista Antonio Maestre, columnista en este diario, explica en su libro Franquismo S.A. las relaciones de los Huarte con el régimen franquista. “La importancia de Félix Huarte en Navarra no se circunscribió solo al desarrollo industrial. Huarte participó de manera entusiasta en el golpe de Estado de 1936 y en el abastecimiento armamentístico del bando fascista durante toda la confrontación. El empresario puso a disposición del general Emilio Mola toda su fortuna y empresas”, describe Maestre. Esa participación “le resultó muy a cuenta: comenzó a ser uno de los constructores de cabecera de las más importantes obras del régimen y una importante alza del resto de las empresas de la familia”. Huarte y Compañía S.A fue absorbida más tarde por el grupo OHL, cuyas siglas responden a Obrascón-Huarte-Laín.
Los Huarte han continuado con los negocios familiares hasta hoy. Mantienen sus empresas, y en algunos casos su residencia, en el emblemático edificio. Uriel Inversiones, la sociedad de holding que agrupa a más de una docena de compañías, está domiciliada en la planta 8. Comparte planta con Adriana Beaumont S.A. y Alea Gestión. En la planta 7 está Negor Siglo XXI, también perteneciente a la familia y principal dueña del edificio. En la planta 12 del Paseo de la Habana, 1 —el edificio tiene dos entradas, una por cada calle— está domiciliado como empresario individual Felipe Huarte Aizpún. En la planta también está la sede social de la empresa de su hermana, Teresa Huarte Aizpún y su marido, Alejandro Palma Verrey, Minotauro Comunicación, dedicada a proyectos audiovisuales de colaboración entre México y España.
La lona colgó de esa planta 12. Allí reside Felipe Huarte, nieto de Félix Huarte e hijo mayor de Felipe Huarte Beaumont y Teresa Aizpún Tuero. Felipe Huarte padre, fallecido en 2007, fue el primer empresario secuestrado por ETA en 1973; Teresa Aizpún es hermana del también fallecido fundador de Unión del Pueblo Navarro, Jesús Aizpún.
A diferencia de otros miembros, Felipe no destaca por su participación en las empresas de la familia. Preside Negor Siglo XXI, que lleva sin presentar cuentas diez años, es consejero en Señorío de Sarria (productora de leche fresca) y en Uriel Renovables, perteneciente al holding. Pero no tiene ningún cargo en Uriel Inversiones, la principal. Esta está en manos de Juan Félix Huarte, su primo, y de Félix Huarte, su hermano, que ha pasado el confinamiento fuera de Madrid. Por la oficina suele pasar el padre de Iván Espinosa de los Monteros, Carlos Espinosa de los Monteros y Bernaldo de Quirós, marqués de Valtierra, que fichó como consejero independiente del holding el año pasado. No es el primer cargo empresarial que ostenta. Espinosa de los Monteros padre también ha sido vicepresidente no ejecutivo de Inditex, presidente de Mercedes-Benz España, de Iberia y del Círculo de Empresarios.
En su cuenta de Twitter, Felipe Huarte apoya constantemente a Vox. Retuitea a la cuenta principal del partido y a sus líderes más destacados: Santiago Abascal, Iván Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio y Macarena Olona. También movió el vídeo de la formación política en el que aparecía la pancarta colgando de la fachada de su edificio con el texto “LIBERTAD!!!”. Preguntado por este periódico, Felipe Huarte explica que aquello “fue algo de Alvise” y que él “solo le echó una mano con su proyecto”.
“Yo solo soy un español más muy preocupado por el abismo al que nos están arrastrando”, zanja.
Ciertamente, el proyecto de Alvise Pérez está recibiendo muchas manos para su difusión, cuya principal estrategia es la de las redes sociales. A pesar de que la pancarta apenas estuvo unas horas colgada, la exposición en redes sociales fue lo que le dio notoriedad. El primer video grabado y publicado lo hizo Javier Torres, periodista del gabinete de Comunicación de Vox en el Congreso de los Diputados, con más de 340.000 reproducciones. Cinco minutos después, Alvise Pérez publicó otro vídeo, desde el mismo punto de vista que el de Torres, que alcanzó más de 312.000 reproducciones.
Preguntado por eldiario.es, Alvise Pérez ha declinado hacer declaraciones. Desde que abrió la tienda electrónica dentro del dominio gobiernodimision.online que utiliza para la campaña anticonfinamiento, han surgido las críticas debido a que la web incumple la normativa de comercio electrónico, según los expertos consultados por eldiario.es. La opacidad de la web atenta contra la ley de Servicios de la Sociedad de la Información, la Ley de Protección de Datos y el Reglamento Europeo sobre resolución de litigios en línea en materia de consumo. Solo las faltas a la primera de esas leyes supondría multas de 30.001 a 150.000 euros. En Twitter, Pérez presumió de unos datos de tráfico que habían colapsado los servidores. La web aparece actualmente inactiva debido a “los problemas” por “la cantidad de visitas”. Antes de este cierre, la asociación de consumidores Facua la había denunciado ante la Dirección General de Consumo y la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones por no recoger información alguna respecto a qué persona física o jurídica opera la web.
Pese al enorme estruendo que cada día surge de estos escasos cien metros del Paseo de la Habana, no se producen altercados. Los manifestantes, que utilizan el tramo del horario deportivo de los adultos para justificar su presencia allí, quieren estar a bien con la policía e incluso les lanzan algún “¡viva!” al finalizar la concentración. Desde las ventanas de una casa, una persona las abre de par en par y coloca unos bafles enormes en el borde. Desde varias calles a la redonda se puede escuchar el himno de España o Libre de Nino Bravo. Se han repartido en mano las octavillas. Los vecinos del edificio Huarte también regresan a su domicilio, despidiéndose con un hasta mañana.