Edurne Brouard, hija del parlamentario de HB asesinado por los GAL hace 30 años, Santiago Brouard, ha animado a continuar con el reconocimiento a todas las víctimas, “sin caer en la torpeza de exclusiones en función del origen de la violencia”. Sus hermanos, Tere y Santi, han asistido, junto a ella, a un acto en el Parlamento vasco en el que se ha descubierto una placa que recuerda al que fuera representante de HB en la Cámara autonómica.
El homenaje ha contado con la presencia de todos los parlamentarios vascos y la asistencia del lehendakari, Iñigo Urkullu, que ha ocupado la primera fila de asientos, junto a los hijos de Brouard.
La hija mayor del político asesinado por los GAL, Edurne, visiblemente emocionada, ha recordado los 30 años pasados desde “la muerte violenta” de su padre. “Aún alterada desde sus cimientos, sacudida por el dolor, y cambiada en sus perspectivas, la vida ha seguido su curso”, ha dicho, tras aludir también la posterior pérdida de su madre, que “hubiera disfrutado de este reconocimiento”.
Edurne Brouard ha admitido que “muchos”, además de sufrir “ese dolor inmenso que todo lo distorsiona”, han infligido también dolor “voluntaria o involuntariamente” a su alrededor. “Si alguna vez nuestras acciones, nuestras omisiones, nuestras palabras, nuestros silencios os han hecho daño, lo sentimos sinceramente”, ha dicho.
En su opinión, el reconocimiento del “dolor causado” es “la primera piedra sobre la que levantar luego la indispensable y, posiblemente matizada verdad, y las consecuentes justicia y reparación”.
Además, ha afirmado que resultaría “cobarde” por su parte “no decir” que “sería bueno” para el proceso “que se reconociese, por parte de quien corresponde, que aquellos que por ley decían que tenían el deber y la obligación de protegernos, acabaron por secuestrarnos, torturarnos y asesinarnos”.
“Deseamos que estas iniciativas en torno a la figura de Santiago Brouard no sean sino el inicio de un camino que ha de recorrerse con todas y cada una de las personas que en este pueblo han perdido la vida como consecuencia del conflicto”, ha indicado.
Por ello, ha animado a las instituciones, partidos políticos y a la sociedad, en general, “a seguir por esta vía de reconocimiento, de verdad y memoria, sin caer en la torpeza de exclusiones en función del origen de la violencia”.
LA MEMORIA
Tejería también ha animado a continuar por la senda del reconocimiento y ha considerado que, “para defender la Euskadi del futuro”, es necesario acordar “una memoria basada en la verdad, no en el olvido”, y en el “reconocimiento de la responsabilidad, también política, sobre todas las vulneraciones de los derechos que se han producido y en la reparación del daño causado”.
También ha defendido que “la vida” es “siempre superior y anterior a cualquier causa, idea política o razón de Estado”, así como “la base irrenunciable sobre la que construir la convivencia futura”. “Si las víctimas de ETA y las del GAL son capaces de tender puentes y de hablar entre ellas, ¡cómo no lo vamos a hacer nosotros, los representantes de la soberanía popular!”, ha dicho.
Para la presidenta del legislativo, los partidos tienen “la responsabilidad de asentar las bases de una futura convivencia en paz, basada en el respeto a todos los derechos humanos de todas las personas, en la rehumanización y en la reconciliación social”.
Tras las intervenciones y el descubrimiento de la placa en la que se recuerda al parlamentario vasco asesinado hace 30 años, los hijos de Brourd, Edurne, Tere y Santi, han sido saludados por los parlamentarios, así como por el lehendakari, Iñigo Urkuññu, y la presidenta de la Cámara autonómica.