Sao Paulo, 1 sep (EFE).- El fiscal brasileño Deltan Dallagnol, coordinador jefe de la operación Lava Jato, que investiga desde 2014 la vasta trama de corrupción destapada en la estatal Petrobras, renunció por motivos familiares al cargo, según informaron este martes fuentes oficiales.
Su renuncia se produce en un momento de tensión entre los procuradores que integran la Lava Jato y el fiscal general de Brasil, Augusto Aras, quien recientemente criticó la falta de transparencia del grupo.
Además, Dallagnol es objeto de una serie de investigaciones internas en el Consejo Nacional del Ministerio Público que ya amenazaban con apartarle de la coordinación de la Lava Jato, cuyo centro de operaciones está en la ciudad de Curitiba, en el sur del país.
Algunas de esas investigaciones están relacionadas con una supuesta falta de imparcialidad en las investigaciones de la Lava Jato, que desde hace seis años ha llevado a prisión a decenas de empresarios y políticos, entre ellos al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), quien ahora responde en libertad.
Las sospechas surgieron, sobre todo, a partir de unos reportajes del portal The Intercept Brasil, que publicó intercambios de mensajes entre los fiscales de la Lava Jato y el juez encargado de esas investigaciones en primera instancia, Sergio Moro.
Esas conversaciones escritas generaron un enorme revuelo y pusieron en tela de juicio la imparcialidad de los fiscales, pues insinuaban que, de forma ilegal, Moro coordinó acciones del proceso que llevó a Lula a la cárcel por un caso de corrupción.
En 2019, Moro pasó a ser ministro de Justicia en el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, adversario político de Lula, aunque renunció este año.
Dallagnol confirmó que deja la Lava Jato para dedicarse a cuestiones de salud en su familia, en concreto de su hija pequeña, según publicó en sus redes sociales.
Le sustituirá como jefe de la Lava Jato en Curitiba Alessandro José Fernandes de Oliveira, con experiencia en el combate al crimen organizado, la corrupción y el blanqueo de capitales y quien integra desde 2018 ese grupo de trabajo en la Procuraduría General de la República (PGR).
En su despedida, Dallagnol garantizó que la Lava Jato “continuará firme en su trabajo”, pero alertó de que “decisiones que serán tomadas en Brasilia” pueden afectar a su funcionamiento.
La semana pasada, los fiscales de la Lava Jato pidieron al fiscal general, Augusto Aras, prorrogar por un año más el grupo especial de trabajo que mantiene viva la operación, que terminaría el próximo 10 de septiembre. Aras aún no ha respondido al pedido.