Atenas, 9 sep (EFE).- El Gobierno griego ha anunciado que declarará el estado de emergencia para la isla griega de Lesbos, tras el incendio ocurrido durante la pasada madrugada en el campo de Moria, que destruyó prácticamente todo el recito y ha dejado sin techo a cerca de 13.000 personas.
El portavoz del Gobierno, Stelios Petsas, señaló que además se ha decidido prohibir la salida de la isla de todas las personas que vivían en Moria para evitar una eventual propagación del coronavirus.
El fuego se declaró precisamente después de que se le anunciara a un grupo de 35 personas que habían dado positivo de COVID-19 y que iban a ser trasladadas a una zona especial de aislamiento.
Según Petsas, el incendio “no fue accidental”, pues se produjo justo momentos después y en distintos lugares del campo.
El incendio está bajo control, pero los bomberos tuvieron muchos problemas en sus tareas de extinción, no solo porque se producían continuas explosiones, sino porque grupos de refugiados les atacaban con piedras, según medios locales.
Petsas aseguró que habrá una “atención inmediata” para albergar a todos los residentes, con especial atención en los más vulnerables.
Esta mañana, la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, anunció que la Comisión Europea (CE) financiará el traslado y alojamiento a la parte continental de Grecia de los 400 menores no acompañados que siguen en el campo de refugiados de Moria, tras el incendio.
“Ya he acordado financiar el traslado inmediato y alojamiento en la parte continental de los 400 niños y adolescentes no acompañados que quedan. La prioridad es la seguridad y el refugio para toda la gente en Moria”, dijo la comisaria a través de su cuenta en Twitter.
Las imágenes en directo de la televisión pública ERT muestran cómo muchos refugiados, incluidos niños, han empezado a moverse por el campo buscando pertenencias, sin que nadie se lo impida, todo a pesar de que en algunos puntos todavía hay pequeñas llamas y las temperaturas de los objetos carbonizados son elevadas.
Varios ministros se han dirigido a la isla para hacer una inspección del lugar y se espera que esta tarde se anuncien medidas inmediatas.
Miles de personas huyeron del campo nada mas estallar los incendios e intentaron dirigirse hacia la capital, Mitilene, situada a unos 7 kilómetros de Moria, pero las autoridades de la isla desplegaron un fuerte dispositivo policial que bloqueó la carretera de acceso.
Esta mañana han salido además desde Atenas tres escuadrones de la policía antidisturbios para reforzar a las fuerzas de seguridad que se encuentran en el lugar.
El campo lleva en cuarentena desde hace una semana tras la aparición del primer caso de COVID-19 en un somalí de 40 años que ya había obtenido el estatus de refugiado y que en agosto se había trasladado a Atenas para buscar empleo.
Al no tener suerte, había optado por volver a Moria, donde se había instalado en una carpa en el olivar que rodea el campo.