El juicio de los jesuitas afronta los testimonios clave contra Montano

Madrid, 5 jul (EFE).- El juicio contra el excoronel salvadoreño Inocente Montano por la matanza de cinco jesuitas españoles cometida en El Salvador en 1989 se reanuda este miércoles con las testificales clave de exteniente René Yusshy, de la única testigo ocular de los hechos y de los fiscales del caso en El Salvador.

La Fiscalía pide 150 años de cárcel para el antiguo alto mando militar y exviceministro de Defensa, único acusado en este procedimiento porque el tribunal exoneró a Yusshy al declarar prescritos los hechos al inicio de la vista por haber pasado más de 20 años, ya que no fue procesado hasta 2012.

Yusshy, que ya fue encarcelado en el país centroamericano hasta 1993 cuando la Ley de Amnistía le puso en libertad, era miembro del batallón Atlácatl, ejecutor de los asesinatos.

La Fiscalía solo reclamaba un año por cada uno de los cinco asesinatos, al aplicarle la eximente incompleta de miedo insuperable, dos atenuantes por confesión y por ofrecerse a reparar el daño, pero ya en el juicio reconoció los hechos como prescritos.

De hecho, la nueva condición de testigo de Yusshy dibuja otro panorama en el devenir del juicio, toda vez que su interrogatorio, ahora obligado a decir la verdad, se antoja clave contra Montano, que en su declaración se desvinculó por completo de la matanza.

Como todas las testificales serán por videoconferencia, el juicio arrancará a las 15.00 por la diferencia horaria con América con Yusshy. Tras él Álvaro Henry Campos y Edward Sidney Blanco, fiscales del procedimiento en El Salvador que luego pasaron a ser abogados de la acusación ejercida por la Compañía de Jesús en el juicio celebrado en el país centroamericano.

La siguiente será otra declaración clave. Lucía Barreda, único testigo ocular de los asesinatos en la Universidad Centroamericana. Le seguirá su marido Jorge Cerna. Cerrará la jornada Eric Warren, mayor del ejército de EEUU.

La madrugada del 16 de noviembre de 1989, en medio de la mayor ofensiva insurgente registrada durante la guerra civil salvadoreña (1980-1992), un comando de soldados de élite ejecutó a los religiosos en el campus de la Universidad Centroamericana.

Los jesuitas asesinados fueron los españoles Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín-Baró, Amando López y Juan Ramón Moreno. También lo fueron junto a ellos los salvadoreños Joaquín López (sacerdote), la empleada doméstica de la universidad Julia Elba y su hija menor Celina Mariceth Ramos.