Varsovia, 1 nov (EFE).- Delante de la entrada a los bajos de un edificio esperan tres jóvenes guardando la distancia de seguridad. Han venido a tatuarse un rayo al barrio de Praga de la capital polaca Varsovia.
Es una señal más de la importancia que han cogido las protestas contra el gobierno en Polonia. La gente se tatúa simbología de las protestas como señal que no es una moda pasajera, sino una actitud.
Ubicada en la orilla derecha del Vístula, el barrio de Praga normalmente vive un tanto ajeno a lo que ocurre en el centro de la ciudad en la otra orilla del río. Sin embargo, gracias a la iniciativa del estudio 77ink, esto ha cambiado estos últimos días.
En este lugar, uno de los de más prestigio en el mundo del tatuaje de Varsovia llevan varios días tatuando gratis a todas las personas que acuden para hacerse el rayo, ya sea en color rojo, violeta o negro, según cuentan a EFE dos de las artistas tatuadoras, Marta “Gryzak” y Beata “Andzela”, las cuales prefieren que se refieran a ellas con su nombre artístico. Explican que hacen aproximadamente 30 tatuajes al día, y no pueden hacer más por falta de tiempo.
La iniciativa nació de manera espontanea cuando unos clientes consultaron a “Gryzak” si hacían el rayo de las protestas. Tras consultar con el gerente, Bartosz, decidieron dedicar varios días a hacer estos tatuajes de manera gratuita.
“Mi jefe me lo dijo claro, hay que tatuar, y lo haremos gratis”, cuenta “Gryzak”. En el momento que Polonia vive las mayores protestas desde 1989 “es nuestra manera de mostrar a la gente que la apoyamos”, sentencia “Andzela”.
El rayo es actualmente el símbolo del movimiento denominado “Strajk Kobiet”, Huelga de las Mujeres en polaco.
EL RAYO Y LOS 8 ASTERISCOS
Empezaron a utilizarlo en 2016, durante las protestas contra el gobierno del partido Ley y Justicia (PiS en sus siglas polacas). Aunque su origen inicial se remonta a la segunda guerra mundial, cuando guerrilleros polacos utilizaron el rayo como su símbolo durante los combates en el levantamiento de Varsovia en 1944 contra las tropas de ocupación nazi.
Además del rayo, algunas personas se hacen el otro tatuaje ligado a las protestas, ocho asteriscos separados en 5 y 3.
Es la manera de evitar la censura, ya que estos asteriscos se corresponden al lema “jebac PiS” (joder al PiS en polaco). Los ochos asteriscos (5+3) son una de las pintadas más habituales en Polonia estos días y presente en todas las manifestaciones.
Las protestas vienen de lejos, pero la última ola de indignación entre las mujeres las ha provocado la prohibición del aborto por malformación del feto. Ello ha hecho que más de medio millón de mujeres hayan salido a las calles en la última semana en casi 500 diferentes actos de protesta.
El estudio y las tatuadoras se unen con esta manera de colaborar con la protesta. “Tras acabar la jornada, todo el estudio se suma a las protestas en la ciudad, por que debemos hacerlo, es nuestra protesta. Hemos ido a todas las protestas. Los tatuajes siempre están en la vanguardia” de las mismas, cuenta Gryzak a EFE.
Gryzak manifiesta que la mayoría de las personas que se hacen los tatuajes son mujeres, aunque también han venido hombres. La mayoría son personas de entre 20 y 30 años, aunque también ha venido alguna abuela y varias madre e hija. El rayo es el lo que piden casi todos, pero también hay gente que pide los asteriscos, “como mi propia madre” cuenta Grzyzak con una sonrisa.
UNANIMIDAD EN LOS TATUAJES
Entre las personas que vienen a tatuarse hay bastante unanimidad por los motivos que tienen para hacerse este tatuaje, aunque todas tienen su propia historia al respecto. Dominika, cocinera de 25 años, cuenta a EFE que “siendo cocinera ahora mismo no tengo trabajo por el coronavirus, y al tener tiempo, me he hecho el rayo como símbolo por las personas que no pueden sumarse a las protestas por que trabajan o por que no pueden salir de casa por motivos de salud. No lucho por mi, yo no quiero tener hijos, lucho por mis amigas, por ser su voz”.
Viktoria, estudiante de 20 años explica a EFE, “soy activista feminista y lo que ocurre en mi querido país, es algo terrible, no voy a tolerar que esto pase”. El tatuaje en su caso se suma a otros que tiene en su cuerpo.
La propia artista “Gryzak” también muestra su rayo, “fue el primero que hicimos en el estudio” explica a EFE mientras recibe a la siguiente joven que viene a hacerse un rayo, el símbolo principal de las protestas.
Todas ellas han acudido a las manifestaciones que ha vivido Polonia los últimos días, y seguirán yendo a ellas hasta que al menos la decisión sobre el aborto sea revocada. La protesta también se propaga tatuada. Pablo González